Ciudad de México. En una sesión que se extendió hasta la madrugada, los senadores de los partidos Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ratificaron con 87 votos a favor la reelección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Esta decisión se tomó a pesar de que Piedra Ibarra obtuvo las evaluaciones más bajas entre los 15 aspirantes y enfrentó el rechazo de varios senadores afines a la autollamada Cuarta Transformación.
Durante el proceso de selección, se propuso la instalación de una mampara para garantizar el voto secreto de los legisladores oficialistas, una medida rechazada por la mayoría de los senadores de Morena, PT y Verde. Esta negativa generó críticas sobre la transparencia y legitimidad del proceso.
La reelección de Piedra Ibarra ha sido objeto de controversia. Organizaciones de derechos humanos y legisladores de oposición han expresado su preocupación por la falta de objetividad en la selección y por la continuidad de una gestión que, según ellos, no ha cumplido con las expectativas de la sociedad mexicana.
Por otro lado, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se limitó a señalar que la decisión de la reelección corresponde al Senado, sin emitir una postura más detallada al respecto.
La reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la CNDH marca un hito en la historia reciente de México, generando un debate sobre la independencia y eficacia de las instituciones encargadas de la protección de los derechos humanos en el país.