Ciudad de México, 10 de junio de 2025. — La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, respondió a las declaraciones de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, quien la acusó de “alentar protestas” tras las redadas migratorias ocurridas en Los Ángeles, California.
Durante un acto encabezado por Donald Trump en la Oficina Oval, Noem arremetió contra Sheinbaum y la responsabilizó de incitar manifestaciones que, a su juicio, se han tornado violentas. “La condeno por eso”, declaró, advirtiendo que “la violencia que estamos viendo no va a ocurrir en Estados Unidos”.
Ante ello, Sheinbaum desmintió categóricamente los señalamientos desde sus redes sociales. “Le informo que es absolutamente falso”, escribió, acompañando su mensaje con un video donde, durante su conferencia matutina del lunes, condenó explícitamente los actos violentos registrados en algunas de las protestas.
“Condenamos las manifestaciones violentas. Siempre hemos estado en contra de ello, y más ahora desde la alta responsabilidad que represento”, afirmó la mandataria. Subrayó que su posición es firme en la defensa de las y los mexicanos honestos, trabajadores que “contribuyen a la economía de Estados Unidos y sostienen a sus familias en México”.
En el video compartido por Sheinbaum, se escucha claramente: “No estamos de acuerdo con las acciones violentas como forma de protesta. La quema de patrullas parece más un acto de provocación que de resistencia. Llamamos a la comunidad mexicana a actuar de manera pacífica y a no caer en provocaciones”.
Asimismo, la presidenta mexicana confió en que el episodio se trate de un “malentendido” que será aclarado por la vía diplomática. “Estoy segura de que el diálogo y el respeto son la mejor vía de entendimiento entre nuestros pueblos y nuestras naciones”.
Mientras tanto, el gobierno mexicano no ha emitido una nota diplomática formal, pero fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores señalaron que se mantiene abierta la comunicación con Washington.
La confrontación ocurre en medio de un clima político tenso, tanto en México como en Estados Unidos, donde el tema migratorio vuelve a polarizar discursos, especialmente en un año electoral. El despliegue de la Guardia Nacional y la posible aplicación de la Ley de Insurrección por parte de Trump en California han encendido alarmas en organizaciones defensoras de derechos humanos.