Ciudad Victoria. – El debate sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 trasciende los números: es un reflejo de cómo los estados como Tamaulipas negocian su espacio en la mesa nacional. El gobernador Américo Villarreal Anaya dejó claro que su administración revisará a detalle cada rubro del anteproyecto para garantizar que las obras prioritarias para el estado no queden relegadas en el ajuste federal.
En materia de salud, el cambio es significativo. Más de mil millones de pesos que antes llegaban al estado vía el Fondo de Aportación para la Salud (FASA) ahora serán administrados desde la Ciudad de México a través del IMSS-Bienestar. Villarreal subrayó que no se trata de una pérdida de recursos, sino de un rediseño en la operación, aunque reconoció que implica un desafío: vigilar desde lo local que los hospitales federales respondan a las necesidades de la población tamaulipeca.
Al mismo tiempo, en educación se perfilan incrementos. El mandatario apuntó que su equipo analiza esos ajustes con lupa, sabiendo que en el Congreso de la Unión será necesario desplegar gestiones políticas, alianzas y posturas firmes.
Un presupuesto como prueba política
Más que cifras, el presupuesto se ha convertido en un campo de negociación: Tamaulipas medirá su fuerza en San Lázaro y el gobernador Villarreal, junto a la bancada tamaulipeca, deberá demostrar capacidad para colocar a la entidad en el mapa nacional de prioridades.
El futuro de proyectos estratégicos —infraestructura carretera, fortalecimiento portuario, seguridad y servicios sociales— dependerá de cómo se reconfiguren esas partidas en el dictamen final.







