Viena, Austria (08 julio 2020).- Las organizaciones criminales han logrado ya infiltrarse en las redes de distribución de medicamentos falsos contra Covid-19 y están listos para falsificar cualquier vacuna, advirtió la Organización de las Naciones Unidas.
La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés) presentó este panorama como parte de los resultados de una investigación sobre el creciente negocio ilegal con fármacos y productos sanitarios falsificados que se viene observando desde el inicio de la pandemia.
«La salud y la vida corren peligro, ya que los delincuentes se aprovechan de la crisis del Covid-19 para sacar provecho de la ansiedad pública y del aumento de la demanda de medicamentos», señala en un comunicado la directora ejecutiva de la UNODC. Ghada Waly.
Aunque hasta el momento no hay un fármaco que se haya demostrado eficaz para prevenir o curar la enfermedad, eso no ha obstaculizado el florecimiento de un tráfico ilícito con supuestos productos «mágicos» contra la enfermedad, o la oferta de medicamentos falsos.
Termómetros que no detectan la fiebre, mascarillas y trajes de protección deficientes, ciberataques a hospitales, robos de datos, grandes cantidades de productos de salud que nunca llegan a los Gobiernos que los compran: son sólo algunos de los resultados del negocio con el que delincuentes ya ganan millones con el virus.
«Ha puesto de relieve las deficiencias de los marcos normativos y jurídicos para prevenir la fabricación y el tráfico de esos productos», indica la UNODC en su informe.
Según el estudio, titulado «El tráfico de productos médicos relacionado con el Covid-19 como amenaza para la salud pública», los delincuentes aprovechan las lagunas en la reglamentación y la supervisión nacionales.
Además, se adaptan rápidamente a la evolución de la pandemia y a las oportunidades derivadas de las vulnerabilidades y deficiencias de los sistemas de salud para afrontar la expansión del SARS-COV-2.
El informe, elaborado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), recuerda que la demanda de material para prevenir los contagios por coronavirus, en especial mascarillas y equipos de protección para personal sanitario (PPE, en inglés), superó repentinamente el suministro.
«Y ese repentino aumento de la demanda de productos médicos para hacer frente a la pandemia ha dado lugar a una expansión del tráfico de productos de calidad inferior y falsificados», subraya la UNODC.
También se comercializa de forma ilícita material para pruebas, desinfectantes y fármacos como la cloroquina o bombas de oxígeno, aunque en menor medida, según señala el informe.
Sobre todo grupos de delincuencia altamente organizados, como los del narcotráfico, han logrado infiltrar las redes de suministros medicinales y cambiar su modelo de negocio.
El campo de acción incluye la red informática, con robos de datos y sofisticados ciberataques a hospitales y autoridades sanitarias, o la manipulación de páginas web corporativas, así como ofertas y transacciones en la llamada «red oscura» (darknet).
Se trata de acciones que requieren una importante planificación y recursos por parte de los delincuentes, que cuentan con sofisticadas redes transnacionales, advierte la ONU.
Los investigadores aseguran que estos negocios fraudulentos continuarán siendo explotados mientras la pandemia permanezca causando «caos».
El riesgo, alerta, será mayor en cuanto se haga público el desarrollo de una vacuna o un medicamento eficaz contra el coronavirus, ya que la demanda superará con creces a la oferta disponible durante cierto tiempo.
Ante la capacidad limitada en el mundo de producir a gran escala una vacuna, la ONU prevé que las organizaciones criminales introduzcan un producto falso mientras persistan los problemas de suministro del fármaco genuino.
Según la UNODC, esta perspectiva es preocupante y supone además un desafío importante para los sistemas de justicia penal.
Únicamente un enfoque de cooperación internacional permitirá dar respuestas eficaces a esta amenaza que afecta a las personas y a la salud pública, concluye el informe.