Ciudad de México.- Los exgobernadores de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú, estarían detrás del desfalco de casi 4 mil 500 millones de pesos del Fondo de Pensiones de los Trabajadores del Estado; serían destinados a campañas políticas, revelaron burócratas sindicalizados.
Lo anterior quedó expuesto luego de una denuncia de empleados afiliados al Sindicato Único de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas ante la Auditoría Superior del Estado, de la cual, Cambio.Press tuvo acceso.
La ASE confirmó que las participaciones de los trabajadores del Estado de Tamaulipas fueron retenidas desde el año 2006 hasta el 2016, pero nunca ingresaron a la cuenta de ahorros de la burocracia.
La Contraloría Gubernamental encontró un caos financiero en el instituto encargado del fondo de pensiones de la burocracia (Unidad de Previsión y Seguridad Social del Estado de Tamaulipas); fueron revisiones a los manejos financieros de 11 años y seis meses.
De acuerdo a los documentos, la ASE encontró en las revisiones que los descuentos realizados a los 44 mil burócratas no fueron canalizados al Fondo de Pensiones, sino que fueron abducidos por la Secretaría de Finanzas, a cargo de Jorge Silvestre N. en el sexenio de Egidio Torre Cantú, y Alfredo N., del sexenio de Eugenio Hernández Flores.
También desviaron recursos del Fondo de Personal de Educación, del ISSSTE, y de la Secretaría de Salud Estatal, sin reintegrar al Fondo de Pensiones los montos, por lo que en estos momentos, solo quedan fondos para el pago a 7 mil 042 pensionados durante dos años.
Una de las respuestas que la ASE entregó a la burocracia, es que no existe rastro alguno de a dónde se envió o desvió ese dinero.
Pero el problema va más allá, revela el documento; las administraciones, tanto de Egidio Torre Cantú, como de Eugenio Hernández Flores, nunca cumplieron con las aportaciones que les correspondía hacer como figura patronal.
Los fondos de ahorros perdidos son 1,670 millones de pesos en cuotas retenidas a los trabajadores, 2,783.33 millones de pesos en aportaciones patronales, en este caso del Estado, representados por los Gobiernos de Egidio Torre Cantú y Eugenio Hernández Flores, lo que da un total de 4,453.33 millones de pesos más los intereses acumulados.
Blanca Valles Rodríguez, líder del sindicato; denominador común en el desfalco al Fondo de Pensiones
Una de las figuras que se ha mantenido en el Sindicato Único de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas como líder, por más de 25 años, y que sin duda, es un denominador común en el desfalco al Fondo de Pensiones de la burocracia Tamaulipeca, es Blanca Valles Rodríguez.
Priista, tomó las riendas del sindicalismo y conformó la Unidad de Previsión y Seguridad Social del Estado de Tamaulipas (UPYSSET) que era el órgano que regulaba y administraba los ahorros del Fondo de Pensiones del Sindicato.
Blanca Valles gozó de la amistad, tanto del Gobernador, Eugenio Hernández Flores, así como Egidio Torre Cantú, y en la administración de este último logró un cargo popular; Diputada por la LXII Legislatura donde encaminó una reforma que afectaría totalmente a la burocracia en los momentos en que se descubría el millonario desvío a la caja de ahorro; la Ley IPSSET.
Blanca Valles Rodríguez fue parte del Consejo de Administración del IPSSET, conformado en el 2014, cuyas obligaciones eran vigilar el manejo de los recursos; estados financieros, evaluaciones, inversiones; por lo que técnicamente, ella sabe que se hizo con el dinero del Fondo de Pensiones, incluso, podría conllevar también responsabilidad del desfalco.
La sindicalista continúa hoy al frente del Sindicato Único de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas, como Secretaria General; cargo que ocupa por más de 25 años.
Blanca Valles encadenó a la burocracia a pagar cuentas incobrables
Durante su legislación, Blanca Valles Rodríguez hizo una serie de reformas en la Ley del IPSSET que afectaron totalmente las retenciones sindicales, pues aumentaron del 6% hasta el 10.5% en el salario base; automáticamente, las aportaciones se incrementaron un 75%.
Sin embargo, esta iniciativa tuvo una repercusión negativa que orientaba ese nuevo recurso del Fondo de Pensiones hacia un vicio; la reserva de cuentas incobrables.
En el Artículo 95 de la Ley del IPSSET que impulsó Blanca Valles, fincaron un cobro de gastos de operación por la entrega de créditos; de este cobro, el 75 por ciento sería destinado a pagar las cuentas incobrables.
Las cuentas incobrables tuvieron origen en la contratación de créditos de parte de personal de confianza entre los que se involucraron Directores, Jefes de Área; personal que no era sindicalizado; no aplicaron candados en el reglamento del Fondo de Pensiones que era controlado por Blanca Valles García.
Más allá, la Ley IPSSET crea otro vicio en el Artículo 101:
“Los adeudos por concepto de préstamos cuyos montos excedan de 300 días de salario mínimo y que no fuesen cubiertos después de 60 días de la baja del servidor público, trabajador o pensionista, una vez que se hayan adjudicado las cuotas y agotado todas las acciones legales para su cobro, se cargarán a la reserva de cuentas incobrables a que se refiere el artículo 95, párrafo”; la burocracia era obligada a pagar las cuentas incobrables generadas después de la integración de la Ley IPSSETT