CIUDAD DE MÉXICO, 6 DE AGOSTO DE 2020.- La noche de ayer el periodista Osberto Vera fue víctima de una agresión policial. He visto el video varias veces, he buscado ponerme en los zapatos de cada uno de los involucrados y quiero compartirles mi postura en torno a estos hechos:
Lo que sucedió es a todas luces condenable, se puso en peligro la salud de una persona que hizo una solicitud sensata: que el policía guardara distancia y usara cubrebocas. Se violaron los derechos humanos de un ciudadano a quien se le privó de su libertad de manera a todas luces arbitraria. Nada de esto está o puede estar bien, nada de esto debe volver a pasar. Es indispensable que la policía y los ciudadanos no se vean como potenciales amenazas los unos de los otros.
Por eso señalo primero lo que no tiene vuelta de hoja y no está a discusión:
UNO: Condeno y reprocho lo sucedido, solicito una investigación que incluya a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y que durante esta se separe a los elementos involucrados de sus cargos debido a las acciones que violan los derechos humanos, independientemente de las culpas o intenciones de los involucrados o los hechos y circunstancias que puedan agravar o atenuar la gravedad de lo sucedido, la ley no se negocia, se violaron las leyes y las garantías individuales de un ciudadano, esto trae y debe traer consecuencias siempre, la impunidad no puede ser parte de ninguna solución.
DOS: También veo esto como una enorme oportunidad para establecer una nueva ruta atacando la raíz del problema y no la manifestación del mismo. Si bien lo que vemos es un abuso y una violación de garantías, esta responde a circunstancias que debemos cambiar, considero que esta es una oportunidad para generar cambios más allá de quienes actuaron de manera injustificable, debemos asegurarnos que esto ya no pase. Garantizar que no haya tamaulipeca o tamaulipeco que no conozca todos sus derechos y que las autoridades estén capacitadas para respetarlos, ya que elementos así y su comportamiento ensucia los importantes avances que se han logrado en el renglón de seguridad en Tamaulipas, necesitamos que Tamaulipas sea un estado de derecho y eso tampoco es discutible. Hablemos ya de nuestros derechos y hagamos de esto un diálogo permanente, porque mientras más visibles y conocidos sean, más difícil será violentarlos.
TRES: Necesitamos también entender que la policía cumple una función difícil, peligrosa y estresante al igual que la prensa y que no son enemigos, sino que deben encontrar maneras de colaborar juntos, sería un error que los lamentables hechos nos distanciaran aún más y agravaran los problemas y generaran mayor desconfianza. Debemos usarlos para cambiar la ruta, debemos caminar juntos y construir una relación de respeto y esto pasa por esclarecer los hechos, reparar el daño y garantizar que no se repitan.
En resumen: Hago un enérgico llamado a todas las corporaciones policiacas a proteger a los ciudadanos de toda forma de contagio manteniendo distancia y usando cubrebocas en todo momento. Solicito respetuosamente a los gobiernos estatal y federal que se fortalezcan las capacitaciones a Policías en el respeto a los derechos humanos y el manejo de situaciones de crisis y exijo que los hechos no queden impunes, no por la búsqueda de culpables o castigos, sino porque considero que acabar con la impunidad es la única ruta para evitar la repetición de estos hechos.