CIUDAD DE MÉXICO, 14 DE AGOSTO DE 2020.- A unos días de haber reiniciado su reapertura total, en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México existe ya un brote epidemiológico en las instalaciones del órgano jurisdiccional.
Abandonados a su suerte, los trabajadores de la justicia en Ciudad de México, tratan de comprender porque son obligados a trabajar, pese a reportar un altísimo índice de contagios.
Los dejaron solos sus dos pomposos sindicatos, no han dado señales de vida, pero eso sí, el cobro de cuotas sí lo hacen.
Los contagios.
La reapertura del Tribunal Superior de Justicia marcará un hito en la historia judicial de la ciudad de México, por las omisiones de su personal que incluye a jueces, magistrados, llegando hasta el Consejo de la Judicatura local.
Es precisamente en la ponencia 3 de la poderosa e intocable consejera Susana Bátiz Zavala, hija del exprocurador capitalino Bernardo Bátiz, quien apenas asumió el cargo el 1 de enero de 2020, donde se ha presentado un caso de Covid19, la secretaria técnica Olivia Antonia Ikeda Martínez, personal cercano a doña Susana, quien sólo sanitizó el lugar y no mandó al personal a cuarentena.
Pero hay más respecto de la consejera judicial Susana Batiz, ya que ha estado supervisando varios inmuebles que integran el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, con lo que indudablemente está esparciendo el coronavirus.
En la segunda sala penal, el día de ayer jueves 13 de agosto de 2020, sacaron a una persona en cápsula, por presentar síntomas de coronavirus, en la ponencia del Magistrado Jorge Guerrero Meléndez, sin embargo, no mandaron a cuarentena al personal y sí les notificaron mediante mensaje que debían presentarse a laborar.
En los juzgados de ejecución penal se replica la misma situación, en la unidad 2 de ejecución del norte dos jueces resultaron contagiados por Covid19, son los impartidores Juan Antonio Martínez Velázquez y Jorge Delfino Osornio Alvarado y otro juzgador más, en la unidad de ejecución del oriente.
En la sala Quinta Familiar se reportan dos casos más, uno de ellos es el mensajero.
En el juzgado primero de ejecución en el Reclusorio Norte hay contagios de Covid19 y no está en cuarentena debido a que el juez no quiere que se sepa.
En el juzgado 62 civil se reporta también 3 casos por Covid19, quienes incluso contagiados estuvieron laborando hasta el miércoles 12 de agosto.
El juzgado 25 civil está cerrado por Covid19, pero hay tres juzgados más con personal contagiado, son los juzgados que se encuentran ubicados en patriotismo.
Los juzgados 12 y 36 familiares también hay casos de coronavirus y no están en cuarentena.
En salas y juzgados, se les está pidiendo a los empleados que continúen trabajando en horarios más allá del tiempo laboral, por la carga de trabajo, pero formalmente algunos están gozando de periodo vacacional.
La injusticia de la justicia.
Los contagios de Covid19 están duplicándose a pasos agigantados, es una hecatombe que se potenciará.
En virtud del número de infectados que saldrán de los pasillos del tribunal superior de justicia de la Ciudad de México.
Porque es indudable que los litigantes, las partes en los juicios, quienes asistan a las audiencias, todos aquellos que acuden a pedir justicia, empleados que acuden desde el humilde afanador hasta un consejero están expuestos en la zona cero, en la que se ha convertido el Tribunal Superior de Justicia, pues más de once órganos jurisdiccionales reportan casos de Covid19.
Casos que se replicarán en todos los demás órganos jurisdiccionales, llegando también a los federales, así como en las casas de cada uno de ellos, porque lo que sí demuestra este brote epidemiológico, es que no se sanitiza debidamente las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia.
¿En el nombre de la austeridad?
El ocultamiento de la información, el maquillar cifras y exponer a los ciudadanos a contagios, el ahorrar en medidas de contingencia y sanitización en plena pandemia, es un crimen de lesa humanidad.
