Ciudad de México, 2 de diciembre de 2020.- El Real Instituto Elcano, publicó un artículo científico en el que revela que el Gobierno de Carlos Joaquín ha fracasado en el combate a la Delincuencia Organizada, recurriendo a maquillar cifras para aparentar normalidad.
El documento académico, titulado «Efectos del COVID-19 frente al incremento de los delitos en el caribe mexicano», es un estudio que ilustra el incremento de las cifras de violencia en el Caribe Mexicano a pesar de la pandemia desatada por el Sars-COV2.
El análisis toma en cuenta los años previos desde la toma de posesión del Gobernador Carlos Joaquín, «En el año 2016 murieron 278 personas de forma violenta, en 2017 497, en 2018 872 y en 2019, 1504″ enumera el texto.
Al hacer el análisis por los efectos derivados de la pandemia, el documento cita hasta el 31 de Marzo de 2020, cuyas cifras»indican una continuidad ligeramente al alza respecto al año 2019. El año pasado en estos tres primeros meses se contabilizaron 381 homicidios y en 2020 397.2 Esta dinámica es consecuente con la nacional. En 2019 entre los meses de enero y marzo se contabilizaron en México 11064 homicidios, y en 2020 10962».
Acusa maquillaje de cifras
El texto, redactado por el Doctor Carlos Barrachina, declara que existe manipulación de las cifras presentadas por el Gobierno. Esta práctica es conocida como «maquillaje de cifras». Barrachina sostiene que es una práctica común en todos los gobiernos y enlistó los que más inconsistencias presentan. «En el caso de los homicidios se puede observar una deficiencia clara en la información presentada por nueve entidades federativas: en un grado más severo, Quintana Roo, Veracruz, Tamaulipas, Hidalgo, Chiapas, Oaxaca y Guanajuato; y, en uno más discreto, Michoacán y Guerrero», acotó.
De acuerdo al estudio, Quintana Roo ocupa el segundo lugar en homicidios por cada 100 mil habitantes. «En 2019, Colima fue el estado más violento del país, seguido muy de cerca por Quintana Roo y después por Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Morelos y Guerrero».
El Estado es Zona Silenciada
El estudio del Colegio Español dicta que desde la llegada de Carlos Joaquín al Gobierno estatal en 2016, se ha preocupado más por mantener limpia la imagen del Estado, que basa sus ingresos en el turismo, antes que brindar seguridad a los residentes.
«Para los destinos turísticos, la imagen y la seguridad son elementos básicos tanto para atraer inversión como para asegurar la llegada de visitantes extranjeros y nacionales. La reacción ante el incremento de la violencia de la administración del gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González (2016-2022), ha sido la de restar importancia mediática al fenómeno e implantar diferentes estrategias de gestión de la seguridad», refiere el artículo.
Quintana Roo se ha convertido en una zona silenciada donde se han registrado de manera cotidiana agresiones a comunicadores y activistas que denuncian el ascenso de la violencia en el Estado.
En los últimos tres años han sido asesinados cinco reporteros en el Estado.
Recientemente se ha descubierto una red de páginas de Facebook que han gastado cantidades enormes para atacar a críticos del Gobierno de Carlos Joaquín. Lo mismo activista que funcionarios de oposición, en especial los del Movimiento de Regeneración Nacional, el partido con el que llegó a la Presidencia de la República el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
Lo único permisible son las publicaciones de «reconocimiento» a los «logros» de la actual administración, realizadas por medios que se encuentran registrados como proveedores del Gobierno de Carlos Joaquín y cuyos contratos son de un monto mensual entre cinco y seis cifras en moneda nacional.
El Fracaso en Seguridad
El Estado presume una gran inversión realizada en Seguridad, encabezada hasta hace unos días por Alberto Capella, ex Secretario de Seguridad en Morelos y que a pesar de haber sido señalado por el actual Gobernador Cuauhtémoc Blanco, encontró cobijo en la administración de Carlos Joaquín. Sin embargo el estudio de Elcano consigna que existen grandes deficiencias en la estructura de seguridad.
«Tanto la policía del estado como las corporaciones municipales presentan serias deficiencias de profesionalidad e infraestructura, a pesar de haberse invertido una gran cantidad de recursos en las mismas. Ello, sumado a la inexistencia de una estrategia clara, que se refleja en la implantación en muy poco tiempo de las diferentes líneas de gestión señaladas, ha llevado a una falta de respuesta eficiente», sentencia el artículo en uno fe sus párrafos.
El estudio acusa que el mando único a cargo de Alberto Capella ha sido un fracaso «dado el grado de penetración del crimen organizado; el lamentable estado de profesionalidad y de condiciones para trabajar de las policías; y el estilo de liderazgo del secretario de seguridad pública».
