La liberación de Salvador Cienfuegos sólo fue la cereza del pastel.
El autoritarismo del Presidente López ya se palpa en las acciones.
Su prisa por desmantelar instituciones es para poder tener el control absoluto de las cámaras hacia el final de su sexenio. Sin embargo su propósito no es abandonar el poder en 2024.
Las señales son claras y han sido disfrazadas de demagogia.
1.- La falsa mudanza de Los Pinos. Esa residencia fue un símbolo de austeridad en el Sexenio de Lázaro Cardenas. Al iniciar el siglo XXI fue convertida en un centro logístico. Contrario a lo que indica López, no fue abandonada por cuestiones de modestia, En su lugar, López Obrador tomó posesión del enorme Palacio Nacional, una obra virreinal que representa los lujos y excesos de la Colonia y el Porfiriato.
Llegó con la intención de no abandonarlo.
2.- Militarización de obras. Es un soborno institucional. El otorgar contratos y obras a la SEDENA es una manera de lograr la lealtad de las fuerzas armadas, no al pueblo, sino al caudillo. La defensa de Cienfuegos pone de manifiesto que López ya está con los militares en la bolsa.
3.- Aislamiento al exterior.- La cesión de los puertos fronterizos, marítimos y aéreos a mandos militares pone en riesgo el derecho del los mexicanos de desplazarse hacia el exterior del país.
4.- Destrucción de contrapesos. – El tener incondicionales en organismos reguladores y el desmantelamiento de organismos autónomos ha hecho que la comunidad internacional ponga sus ojos en México. Además, López ha decidido atacar a entidades como el INE y el INAI ya que son considerados obstáculos en su «proyecto de nación».
5.- La creación de la Guardia Nacional. Es un cuerpo paramilitar que solo obedece al Presidente. Se abandonó el esquema policial y se adoptó uno militarista.
6.- El pleito por el internet y las redes sociales. Con el desgaste de su discurso, López ahora quiere moderar la opinión pública, las benditas redes ahora son malditas…
5.- La liberación de Salvador Cienfuegos es un golpe a las instituciones, La FGR quedó en ridículo q nivel mundial
López Obrador ya prepara un golpe de Estado, las señales son inequívocas.
Jiribilla
Y esto, no hace mucha gracia a Estados Unidos