El derrumbe del PRI durante la segunda mitad del sexenio de Peña Nieto derivó en una catástrofe de la que no se levantó el tricolor.
Perdieron una cantidad importante de Gubernaturas y en la mayor parte de las elecciones ha terminado en tercer lugar.
La hecatombe inició en 2015 en Nuevo León cuando la estructura «medinista» crujió y Jaime Rodríguez Calderón tomó por asalto la Gubernatura. Tras más escándalos de corrupción e inseguridad, el PRI perdió consecutivamente Tamaulipas, Veracruz, Chihuahua, Michoacán, Quintana Roo, Yucatán y solo pudo retener el Estado de México, bastión del Grupo Atlacomulco.
El priismo, ya desdibujado con Alejandro Moreno como dirigente, ya que nunca ha logrado ser líder, se presenta en las elecciones donde solamente logra ser contendiente apoyado por el PAN mediante una alianza electoral.
Y en los estados donde camina solo, como es el caso de Nuevo León, el tricolor ha naufragado a pesar de presentar un candidato calificado y serio para la Gubernatura.
Seamos claros, Adrián de la Garza está en problemas para alcanzar la Gubernatura de Nuevo León.
No ha podido demostrar que el empate técnico con Samuel García está roto. El influencer lo supera en las encuestas más serias como El Norte, Hora Cero y Massive Caller, en contraste, la estrategia de Adrián fue promocionar como sería la encuesta de Demoscopia Digital, una empresa fantasma creada en 2020 por Mario Alfredo Garza, un militante priista y exfuncionario en el sexenio de Rodrigo Medina.
El fuerte de Adrián no estuvo en las redes, donde su equipo fue nulificado y apabullado por la estrategia digital de Samuel García. Nulificado en Facebook y arrasado en Instagram, el PRI quedó reducido a pleitos de borrachos en esa cantina que es Twitter, una estrategia que no funcionó en 2009 y que no iba a funcionar en 2021.
La gran fortaleza del PRI sigue residiendo en las calles, la estructura territorial sigue siendo muy potente, pero con la salida de Clara Luz ha sido visiblemente mermada.
Teniendo como antecedente la paliza que recibió el tricolor en las elecciones de 2015 y 2018 en Nuevo León, aunado el portazo que ya le dieron los panistas cuyo candidato Fernando Larrazábal no declinó, la situación luce complicada y se tienen que jugar el todo por el todo.
Si no ganan en Nuevo León, el Partido Revolucionario Institucional dejará de ser un organismo político competitivo y pasará a ser parte de la historia.
Si De la Garza sale bien librado, no solo habrá ganado la Gubernatura. Habrá salvado a su partido y estaría en posición franca para pelear la Presidencia de la República.
He hecho una gran campaña y es viable lograr la hazaña.
Jiribilla
Con el presidente con las manos metidas en Nuevo León es inminente un conflicto pos electoral en Nuevo León e incluso una anulación de la Elección.
Prepárense para una segunda votación
