Alexander Schallenberg, canciller de Austria, reconoció el pasado jueves la posibilidad de confinar a la población no vacunada contra la COVID, en pleno empeoramiento de la situación de la pandemia. «El objetivo es muy claro, que este próximo domingo demos luz verde a un cierre nacional para los no vacunados. Daremos este paso ahora y mi deseo es que lo demos este domingo y a nivel nacional para todas las provincias», explicó.
Por ello, el Gobierno conservador austriaco ha decretado que entre la noche del domingo al lunes se apliquen una serie de restricciones para aquellos que no se hayan vacunado contra la COVID o no tengan la pauta vacunal completa. Además, los infectados que se hayan curado de la enfermedad en los últimos seis meses, no podrán salir de sus casas. Esta normativa legal durará al menos diez días, hasta el 24 de noviembre, aunque no se descarta que se extienda debido al colapso sanitario que sufre el país austriaco.
Los residentes que hayan sido inmunizados, con al menos una dosis de la vacuna, podrán salir, siempre que certifiquen una PCR negativa, realizada 48 horas antes. Los menores de 12 años y las mujeres gestantes no están obligados a realizar este confinamiento domiciliario.
¿Qué actividades podrán hacer las personas confinadas?
Este aislamiento domiciliario para la prevención de contagios y muertes de COVID se aplicará en más de 2,5 millones de personas, lo que supone un tercio de la población austriaca. Únicamente, las personas no vacunadas podrán salir de sus hogares para acudir a sus puestos de trabajo o centros educativos, al igual que para la compra de productos esenciales, en farmacias y supermercados.
Además, la normativa contempla que los ciudadanos austriacos también pueden acudir a los centros sanitarios para inmunizarse contra la enfermedad, así como dar una vuelta durante un tiempo limitado, sin poner en riesgo al resto de los residentes.
Por el contrario, queda totalmente prohibido, que este amplio grupo entre en tiendas no esenciales, como bares o restaurantes, gimnasios, peluquerías o eventos deportivos y culturales. Sin embargo, se permite acudir a centros de servicios religiosos. Los locales que permitan la entrada de este grupo de personas no vacunadas se pueden enfrentar a sanciones administrativas y económicas, superiores a los 3.600 euros.
¿A qué se debe este confinamiento?
En las últimas fechas, las autoridades sanitarias austriacas han notificado un drástico aumento en el número de contagios y muertes desde el inicio de la pandemia. De hecho, el último registro data de un total de 13.152 casos y 48 muertes por COVID en las últimas 24 horas.
Principalmente, estos datos se deben a que un 65% de la población de Austria está completamente vacunada, lo que supone una de las tasas más bajas en Europa Occidental. El escepticismo de la población y la opinión contraria a las vacunas de la extrema derecha, tercera fuerza parlamentaria, justifica esta tasa de inmunización tan baja.