El fin de semana la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fue objeto de varias expresiones abiertas de respaldo a su candidatura presidencial por parte de personajes y grupos de Morena y de la 4T que, reviviendo la vieja práctica de la cargada priista, le expresaron públicamente su apoyo para que sea la candidata de Morena a la Presidencia de la República en 2024. Lo mismo el hermano del presidente, José Ramiro López, que el director del Fonatur, Javier May, y la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, organizaron eventos políticos para pronunciarse a favor de la doctora que recorre el país los fines de semana promoviendo su imagen y su proyecto político.
El sábado, por ejemplo, llegó a Oaxaca con el pretexto de dar una “Conferencia sobre la Crisis del Agua”, invitada por la Universidad Autónoma de Oaxaca. La visita sirvió para que se dejara ver en el mercado público desayunando junto al gobernador electo, el morenista Salomón Jara, y para luego visitar en Palacio de Gobierno al actual gobernador, el priista Alejandro Murat, quien también le dio la bienvenida y subió fotos con ella a sus redes sociales.
Es claro y evidente a estas alturas que la jefa de Gobierno tiene muy claro cuáles son sus fortalezas y debilidades y trabaja en ambas. Por un lado, fortaleciendo su presencia al interior de la 4T y del morenismo, promoviendo este tipo de expresiones públicas que buscan generar una percepción de que ella es la candidata del presidente y la opción de la militancia, aunque para ello se fomenten prácticas del viejo régimen como la “cargada” o la “bufalada” que solían azuzar los aspirantes presidenciales del viejo sistema.
Y por el otro lado, con sus recorridos por todo el país ya sea entre semana en supuestas actividades oficiales, o durante el fin de semana con cualquier pretexto para aparecerse en los estados de la República, Sheinbaum busca vencer su mayor debilidad que es la falta de presencia y conocimiento a nivel nacional. Y como ella, a diferencia de sus dos contrincantes Marcelo Ebrard y Adán Augusto, no tiene un cargo federal que le permita recorrer el país con sus temas públicos, ha decidido dejar de cuidar las formas y, bajar la cortina desde el viernes por la tarde para dedicar su fin de semana a la promoción de su imagen a nivel nacional.
Pero como el tiempo apremia y la contienda se ve cada vez más cerrada, la jefa capitalina ha decidido meter el acelerador y apurar la construcción de su imagen de presidenciable a nivel nacional. Para eso, nos dicen fuentes de su equipo, contrató los servicios del consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, quien viene justo de trabajar para la campaña presidencial de Gustavo Petro y fue pieza clave en el triunfo del nuevo presidente de Colombia.
Aunque nadie en el entorno de la jefa de Gobierno informa sobre los costos de los servicios del conocido asesor español ni cómo se cubrirán sus costosos honorarios —que según especialistas en comunicación política pueden alcanzar cifras de más del millón de dólares—, Antoni ha comenzado a trabajar con Sheinbaum para tratar de posicionarla a nivel nacional y lo hace con el estilo que lo convirtió en uno de los analistas y consultores más buscados por la izquierda latinoamericana.
“Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, suele repetir Gutiérrez-Rubí a sus “asesorados” como suele llamar a los políticos que le contratan para tratar de levantar su imagen, resolver crisis o ganar elecciones. Ha trabajado en varios países de Latinoamérica, aunque se mueve más en España, y antes de asesorar a Petro, también trabajó como el consultor de cabecera de Cristina Fernández de Kirchner en su campaña por el Senado en 2017. Justo ayer, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron en Buenos Aires una pena de prisión de 12 años para la vicepresidenta de Argentina, que es la pena máxima para quienes son acusados de ser “jefes de una asociación delictuosa”.
Los dos fiscales, en presencia de la expresidenta de Argentina, concluyeron que “fue jefa de la asociación ilícita, es decir aquella ‘organización criminal’ que se dedicó a la sustracción de fondos públicos para beneficiar a quien era su socio comercial”, dijeron tras documentar el otorgamiento de hasta 51 contratos amañados a Grupo Austral, del empresario Lázaro Báez, cuyos ingresos crecieron en 12,000% entre 2004 y 2015, época en la que la sustracción de dinero público beneficiaba al matrimonio Kirchner, con quien Báez celebró hasta 18 acuerdos comerciales en el ámbito privado para transferirles los recursos sustraídos en obras de vialidad y movilidad.
Aunque Antoni Gutiérrez-Rubí ha dicho que mantiene comunicación con Cristina Fernández e incluso asesora al actual presidente Argentino, Alberto Fernández, además de su reciente éxito con el ahora presidente Petro de Colombia, habrá que ver si su trabajo y asesoramiento ayudan a Claudia Sheinbaum a vencer la que hasta ahora sigue siendo su principal debilidad; pero lo que es un hecho es que, entre expresiones de “cargada” en Morena, giras abiertas de proselitismo, publicidad que tapiza calles y avenidas de ciudades en toda la República, la jefa de Gobierno parece decidida a jugarse su resto y a convertirse en la candidata heredera del movimiento de López Obrador. Habrá que ver qué dicen al respecto sus corcholatas contrincantes.
NOTAS INDISCRETAS… Por cierto, ayer las tres corcholatas presidenciales de Morena coincidieron en el evento al que los invitó el presidente López Obrador para reinagurar el llamado “Recinto Parlamentario de Palacio Nacional”, un espacio que fue restaurado y rehabilitado por este gobierno. Ahí, según las crónicas del evento, los tres aspirantes al 2024 se pararon detrás del presidente López Obrador y debajo del llamado “Ojo de Dios” y del «Gorro Frigio” ambos símbolos de la comunidad masónica, mientras la oradora, Olga Sánchez Cordero, recordaba la importancia que tuvo ese recinto en las transiciones históricas del país y como, cuando se instituyó ese espacio, las mujeres tenían prohibido siquiera entrar en el mismo. ¿Será que doña Olga, que fue oradora única, también ya anda impulsando a la primera mujer presidenta para México?… Por cierto que la lucha por suceder a Sánchez Cordero en la presidencia del Senado, está a todo lo que da y se está tensando entre el senador Alejandro Armenta, que es el candidato de Ricardo Monreal y tiene la mayoría de los votos garantizados, y el senador José Narro, que encabeza a la disidencia que, aún sin votos suficientes, hace mucho ruido en la decisión que tomará pronto la bancada de Morena. Por lo pronto, a Narro no dejan de recordarle el tema de los dos marinos que solicitó como escoltas a la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, o que esta le comisionó para que lo custodiaran como “personal armado vestido de civil”. El problema es que dos días después de que se los mandaron como guaruras, uno de los marinos comisionados para custodia del senador Narro desapareció y su familia no volvió a tener contacto con él y para el 6 de marzo, del otro marino tampoco se sabía ya su paradero. Hasta ahora Narro Céspedes no ha podido dar una explicación coherente de qué paso con los dos marinos y cuál fue su destino e incluso ha mentido en entrevistas y en declaraciones ante el MP al decir que no tuvo escoltas entre el 1 y el 7 de marzo. Si no puede explicar dónde quedaron los dos marinos que le fueron comisionados para su seguridad, ¿cómo pretende que lo elijan para presidir el Senado?… Los dados mandan Serpiente. Descendemos.