Inyectar fondos para la prevención y atención de desastres naturales y sacarlos al final del año para usar el dinero en obras prioritarias, como el Tren Maya, se convirtió en la práctica del gobierno federal en los dos últimos años.
Mientras que en Turquía y Siria suman más de 45 mil muertos tras los terremotos que devastaron a esas naciones, en México se erradicó la tradición de acumular los recursos que año con año se destinaban al Fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden). Ahora, la bolsa se desfonda cada año.
“Los recursos del Fonden que no se usan al término del ejercicio fiscal se han destinado a las inversiones públicas y productivas de nuestro país. Si algo necesitamos entender es que para que un país crezca se debe elevar la competitividad y la productividad y lo que le falta al sur es que los grandes proyectos se terminen para que den los resultados que se esperan, por eso es que este dinero se ha utilizado para el tren interoceánico, Tren Maya, Dos Bocas, pero también para el interurbano del Estado de México y Ciudad de México, carreteras municipales y autopistas, y otras obras en diversos lugares del país”, declaró en entrevista el diputado Daniel Gutiérrez Gutiérrez, integrante de la Comisión de Presupuesto.
Durante 2021 y 2022 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador presupuestó más de 17 mil 700 millones de pesos al Fonden; sin embargo, sólo se usaron mil 697 millones para el propósito del fondo, mientras los 16 mil restantes se destinaron a los proyectos emblemáticos de este gobierno.
En 2021 se designó al Fonden una bolsa de 8 mil 727 millones 349 mil 813 pesos; sin embargo, no se gastó uno solo; para diciembre de ese año se modificó el gasto y el dinero fue reintegrado a la Tesorería de la Federación (Tesofe), con el objetivo de usarlo en obras de esta administración.
En 2022 ocurrió lo mismo. Se avaló un presupuesto de 9 mil 54 millones 884 mil 831 pesos para el Fonden, pero como al final del año sólo se habían utilizado mil 697 millones 829 mil, el resto se regresó a la Tesofe para reencauzarlo de manera discrecional.
El Fondo de Prevención de Desastres Naturales (Fopreden) corrió esta misma suerte. Se depositaron 400 millones en 2021 y 2022, pero al término de cada ejercicio fiscal se vaciaron los fondos y se reinvirtieron de manera discrecional.
En defensa de esta práctica, Gutiérrez Gutiérrez argumentó que la reasignación de recursos es una facultad del Ejecutivo federal que está respaldada por la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
“Se extinguieron los fideicomisos porque se usaban de manera opaca, ahora lo que se hace es que los recursos que se utilizan para el Fonden ya no son a través de un fideicomiso, sino a través de recursos fiscales y cuando ocurre un desastre, como pasó con Agatha en Oaxaca, y como pasó con las inundaciones en Tabasco, entre otros, se otorgan los recursos de manera directa a los beneficiarios, pero si se termina diciembre y hay un sobrante, se reintegra a la Tesorería de la Federación y el gobierno tiene la posibilidad de reasignarlo. Es completamente legal, lo permite la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, además de que es una facultad del Poder Ejecutivo Federal”, explicó el legislador morenista.
Agregó que en caso de un desastre que requiera recursos extraordinarios, se echaría mano del Fondo de Estabilización, “cuyo objetivo es contar con 150 mil millones de pesos en 2024, y que podríamos usar en caso de una contingencia para seguir cumpliendo con los compromisos sin endeudar al país”.
Antes de que López Obrador tomara posesión de la administración federal, existía el Fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales, que permitía acumular el dinero que año con año se le depositaba. En 2018, el fideicomiso contaba con 16 mil 796 millones de pesos, mientras que el Fonden tenía 24 mil 644 millones; es decir, un monto total de 41 mil 440 millones, mientras que en 2023 el fideicomiso ya no existe, tiene 70 pesos, y para este ejercicio fiscal, el Fonden tiene un presupuesto de 17 mil 156 millones, es decir, 58.6% menos.
“De 2018 a 2024 hay una diferencia de 24 mil 417 millones de pesos, y eso es porque este gobierno le ha restado importancia al tema de atención, al tema de prevención y al tema de tener recursos disponibles en caso de un desastre natural. ¿Qué te quiero decir? Que hoy México no está preparado para un desastre de características o dimensiones de un sismo como el que vivió Turquía, o de algún desastre natural que nos exija la atención inmediata por parte del gobierno mexicano”, declaró al respecto el diputado Saúl Téllez, integrante de la Comisión de Presupuesto.
El legislador panista recordó la importancia de que los recursos del Fonden se acumulen como ocurría con el fideicomiso: “Sólo por recordar, en el año 2017, con el sismo, se ocuparon 62 mil millones de pesos y hoy apenas tenemos contemplado para todo este tema 17 mil 156 millones de pesos”, expuso.
Téllez Hernández denunció que el manejo de los remanentes del Fonden y otras partidas presupuestales “ha sido totalmente opaco y discrecional en esta administración del presidente Andrés Manuel López Obrador”.
“Hay ampliaciones líquidas, le quitan a un rubro para ponerlo a otro de manera totalmente discrecional y sin un estudio de impacto presupuestal, lo que implica un desaseo del presupuesto con montos exorbitantes que se manejan desde la Presidencia”, denunció.