Ciudad de México.- El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, es acusado de atribuirse de manera falsa las recientes lluvias en el norte y centro del estado como resultado del bombardeo de nubes realizado por su gobierno, a manera y falta de reconocimiento a 6 meses de arrancar sin tener aciertos.
Sin embargo, según el pronóstico del tiempo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), las lluvias eran esperadas como consecuencia del frente frío No. 47 que afectaría la zona del noreste del país. El frente frío 47 sigue presente en el país, y estará provocando desde lluvias, ambiente templado, bancos de niebla, además de descargas eléctricas para algunas partes del territorio nacional.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, desde el pasado sábado el frente estará con características de estacionario desde el noreste del Golfo de México y hasta la zona del sureste del territorio. Para estos datos que exibio la CONAGUA dentro de su aviso de Sistemas Frontales y Evento de “Norte” en el Golfo de México, es importante, que el gobernador reconozca que la siembra de nubes no es la solución definitiva a los problemas de sequía y falta de lluvia.
En otro contexto, se debe señalar que el gobernador debería liberar las más de 13 concesiones de uso de recursos hidráulicos nacionales para uso agrícola heredadas, por el poder de su familia priista, que tiene registradas en la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), incluyendo las del estado de Guanajuato, así como declarar sus ranchos en su declaración patrimonial y de bienes.
La siembra de nubes puede ser una técnica efectiva para aumentar la precipitación, pero no es la solución definitiva a los problemas de sequía y falta de lluvia, además de no dar resultados inmediatamente. En lugar de tratar de atribuirse el éxito de las lluvias a su política, se invita al gobernador a trabajar todos los días, recorrer el estado y atender a la población tamaulipeca.
La corrupción y las mentiras parecen envolver al actual administrador de Tamaulipas. Es necesario trabajar en políticas más amplias y sostenibles para abordar estos problemas y garantizar el bienestar de los ciudadanos de Tamaulipas.
Los tamaulipecos merecen un líder que trabaje en beneficio de todos, no solo de su propia ambición y la de su familia.