Ciudad de México.- Reynosa y San Fernando se convirtieron en escenarios de una noche infernal, caracterizada por el aumento de los enfrentamientos entre grupos criminales que desataron el caos en la región. Pero no contentos con sembrar el terror, estos delincuentes dejaron mantas en las que acusaban al gobierno de Tamaulipas de romper acuerdos con el narcotráfico. La violencia indiscriminada se desató sobre la indefensa población local, generando un profundo temor y consternación.
En las primeras horas del día, diversas fuentes de comunicadores y grupos de riesgo informaron sobre los atroces sucesos que tuvieron lugar en Reynosa y San Fernando. Sin embargo, la vocería institucional de seguridad pública del estado de Tamaulipas ha mantenido un silencio cómplice, negándose a proporcionar información confiable. Ante este vacío, la comunidad se ve obligada a buscar desesperadamente cualquier fuente de información para mantenerse a salvo.
Los escasos reportes de inteligencia, difundidos a través de las redes sociales, revelan detalles escalofriantes de los incidentes ocurridos durante la mañana. En Reynosa, civiles armados interceptaron a empleados de maquiladoras en la salida hacia San Fernando, paralizando importantes vialidades y demostrando la total impunidad con la que operan. Además, se menciona de manera extraoficial la presencia de una narcomanta, en la cual los criminales lanzan acusaciones directas y desafiantes al gobierno local.
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Por si eso no fuera suficiente, la carretera que une Reynosa con San Fernando se convirtió en un campo de batalla, con múltiples detonaciones de armas de fuego en los puntos Doroteo Arango y Palo Blanco. Durante estos violentos episodios, un Guardia Estatal resultó herido, mientras los delincuentes intentaban colocar su siniestra narcomanta. Sin embargo, fueron civiles armados de un grupo rival los que se encargaron de retirarla, evidenciando un enfrentamiento directo y sin tregua entre bandas criminales.
En un comunicado escueto emitido apenas hace una hora, la voz oficial del estado informó sobre los bloqueos y la instalación de poncha llantas en la carretera Reynosa-San Fernando, específicamente en las colonias Almendros, Juárez y Paseo de las Flores en Reynosa. Sin embargo, la advertencia careció de detalles relevantes y no se brindó ninguna estrategia clara para contener la situación. Parece que la incompetencia y la falta de liderazgo se han convertido en la marca distintiva de las autoridades encargadas de la seguridad pública en Tamaulipas.
Ante esta noche de violencia despiadada, la ciudadanía exige respuestas inmediatas y acciones enérgicas por parte de las autoridades responsables de garantizar la seguridad en la región. La falta de información veraz y la alarmante falta de coordinación entre las instituciones encargadas de proteger al pueblo solo alimentan el miedo y la incertidumbre en una población que vive bajo la constante amenaza del crimen organizado.