Patíbulo || Anibal M. Silva
La involución a la que se sometió la educación en México con la llamada “Nueva Escuela Mexicana” ha derrumbado el método, la ciencia y la búsqueda del conocimiento en la generación de párvulos que apenas inician el camino del aprendizaje.
Completamente ideologizados, los contenidos apelan al indigenismo, a la mitología y a la ideología. Disfrazan el conocimiento general buscando convertir a los pequeños en una biblioteca de datos inútiles y sin aplicación rígida ya no en la vida laboral, en la vida real.
¿De qué le sirve a un niño de clase baja, saber cómo se pronuncia una palabra en un dialecto?
Mientras en países nórdicos y asiáticos llevan cultura financiera, conocimientos de gastronomía y tecnología aplicada, la Nueva Escuela Mexicana enseña datos inconexos e inaplicables, apelando a la idea que tiene López Obrador de lo que es “cultura”.
El Gobierno que jura que primero los pobres, está condenando a los niños a continuar otra generación más en condiciones de pobreza.
Pero lo más grave es la masificación de la sexualidad, a partir de tercer año, la ideología de género a partir de cuarto, en quinto año se exige la elaboración maqueta de una eyaculación.
La sexualización es el robo a la inocencia, a esas edades los niños sueñan con ser guerreros y las niñas con ser princesas. Pero para la agenda 2030 es abrir la puerta a la pedofilia.
Este contenido invariablemente normaliza la actividad sexual en menores de 7 u 8 años, un platillo suculento para la élite de pederastas que ya se frotan, no sólo las manos, para encajar sus colmillos en las criaturas.
Estos antivalores son los que estan normalizando en México, en plena crisis de la cultura woke, que ya hace agua y está abriendo la puerta a una nueva ola de extrema derecha, que invariablemente, va a derribar la ideología del libertinaje que impulsa la izquierda latinoamericana.
Está en los ciudadanos aceptarlo o impedir que nuestros niños sean corrompidos y vejados por esta horda de degenerados.
Jiribilla
Ah, pero los hijos de quienes proponen este engendro estudian en colegios privados.