Ciudad de México.- La Secretaria de Educación de Tamaulipas, Lucía Aimé Castillo Pastor, se encuentra actualmente en el centro de una creciente tormenta política y social debido a una serie de acusaciones graves que involucran corrupción, nepotismo y traición a aliados políticos. Las demandas para su destitución han ganado fuerza en los últimos meses, planteando interrogantes significativas sobre su capacidad para liderar una de las áreas más críticas del gobierno estatal.
Desde que asumió su cargo, Lucía Aimé Castillo Pastor ha enfrentado acusaciones persistentes, siendo una de las principales su presunta participación en el desvío de fondos destinados a la educación en Tamaulipas. Se alega que tanto ella como Hugo Fonseca han ocupado posiciones clave en la Secretaría de Educación para beneficiar a Américo Villarreal Santiago, con la intención de financiar su futura carrera política. Tres denuncias ante la Auditoría Superior de la Federación han elevado el escrutinio sobre estas actividades, planteando la pregunta de si su permanencia en el cargo es sostenible.
Otro aspecto controvertido de su mandato es la serie de nombramientos cuestionables que ha realizado. Un ejemplo es la designación de Liliana Morado en un puesto de alto rango en educación, a pesar de no contar con el perfil adecuado para el cargo, lo que ha suscitado sospechas de favoritismo.
El despido de trabajadores de la educación también ha sido un punto de conflicto. Lucía Aimé Castillo Pastor canceló compensaciones y contratos de docentes, lo que generó protestas generalizadas. Muchos de los afectados dependían de esos ingresos para mantener a sus familias, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre su compromiso con los principios humanistas promovidos por el gobierno.
Además de estas acusaciones, se ha argumentado que Lucía Aimé Castillo Pastor ha traicionado a aliados políticos y ha rodeado su gestión de un círculo de personas que se han visto envueltas en actos de corrupción y nepotismo. Entre los nombres mencionados se encuentran:
- Lucía Aimé Castillo Pastor: Exdelegada de la Secretaría de Educación Pública (SEP) durante el sexenio de Vicente Fox, acusada de irregularidades en la asignación de plazas y de mantener relaciones corruptas con el SNTE Nacional.
- Liliana Morado: Coordinadora de Organismos Públicos Descentralizados (OPD) y pareja sentimental de Lucía Aimé Castillo Pastor, nombrada a pesar de no contar con el perfil académico adecuado para el cargo.
- Rubén Ely: Señalado por acoso sexual y por vender servicios en el COBAT al mejor postor, según denuncias documentadas en la Fiscalía General de Justicia.
- Patricio Garza Tapia: Acusado de operar abiertamente a favor del PAN y su candidato César Augusto Verástegui Ostos, generando desconfianza entre los docentes debido a sus orígenes, intereses y traiciones políticas.
- Gerardo Rodríguez: Antiguo responsable de Tecnología Educativa, despedido debido a cuestionamientos sobre contratos y facturaciones durante el gobierno de Egidio Torre Cantú.
- Ruth Herbert: Exsecretaria particular de Héctor Escobar y Mario Gómez Monrroy, actualmente ejerce la misma función en el equipo de Lucía Aimé Castillo Pastor.
- José Arturo Chong Rdz.: Director de Formación y esposo de Ruth Herbert, marcado por acusaciones relacionadas con la venta de REVOES.
- Gustavo Farach: Exdirector de Infraestructura, acusado de aumentar el tamaño de las clases y reubicar a maestros sin justificación, así como de eliminar claves de los PRISAS en las plantillas de personal.
- Reyna Guadalupe Campuzano: Considerada protegida de Rafael Méndez Salas, involucrado en el Movimiento Magisterial Tamaulipeco.
- Cuca Varela: Señalada como ex socia y prestanombres de Isaac Mata Vizcaíno, presuntamente implicado en desvío de fondos millonarios del COBAT.
- Victoria Limas Sánchez, Nohemí Barragán y Andrea Medrano: Miembros del círculo cercano de Lucía Aimé Castillo Pastor.
Este círculo de confianza de Lucía Aimé Castillo Pastor ha sido el epicentro de numerosas acusaciones de corrupción y tráfico de influencias, lo que ha minado la confianza en su liderazgo y en la integridad de la Secretaría de Educación de Tamaulipas.
Además de estas cuestiones, se ha especulado sobre las verdaderas intenciones de Lucía Aimé Castillo Pastor, sugiriendo que su ascenso al cargo de Secretaria de Educación fue parte de un plan político más amplio, con la ambición de posicionar a Américo Villarreal Santiago como candidato al Senado y eventualmente como gobernador, lo que ha dejado un rastro de descontento y traición a aliados políticos que la apoyaron en su carrera. La situación sigue en desarrollo, y la presión para investigar estas acusaciones continúa aumentando en Tamaulipas.
¿Por qué Lucía Aimé debe ser destituida de la SET?
La decisión de si Lucía Aimé Castillo Pastor debe o no ser destituida de su cargo como Secretaria de Educación de Tamaulipas (SET) es una cuestión que debe ser tomada por las autoridades correspondientes y basada en una evaluación objetiva de su desempeño y las acusaciones en su contra. Sin embargo, algunas de las razones que se han señalado para su destitución incluyen:
- Acusaciones de corrupción: Uno de los motivos principales para pedir su destitución son las acusaciones de corrupción que involucran el presunto desvío de fondos destinados a la educación en Tamaulipas. Esto es un asunto grave que socava la confianza pública en su gestión y en la integridad de la SET.
- Nepotismo: Las acusaciones de nepotismo, como la asignación de plazas a familiares y amigas, plantean preocupaciones sobre el uso impropio de su poder y recursos en la Secretaría de Educación.
- Nombramientos cuestionables: La designación de personas sin el perfil adecuado para cargos importantes en educación ha generado sospechas de favoritismo y falta de transparencia en su administración.
- Despido de trabajadores de la educación: El despido de docentes y la cancelación de compensaciones han provocado protestas y cuestionamientos sobre su compromiso con los principios humanistas promovidos por el gobierno.
- Traición a aliados políticos: Las acusaciones de traición a aliados políticos y la cercanía de su gestión con personas señaladas por actos de corrupción han generado desconfianza entre aquellos que la respaldaron en su ascenso al cargo.
- Presunta participación en un plan político: Se ha especulado que su ascenso a la Secretaría de Educación fue parte de un plan político más amplio para beneficiar a un candidato político, lo que ha generado descontento entre aquellos que esperaban un enfoque más centrado en la educación.
