Por: Aníbal M. Silva
Nación / Editorial /
La integración del Frente Amplio por México camina de manera consistente en todo el país. Si bien en algunos lugares hay liderazgos regionales que buscan posiciones políticas, estas han sido tomadas en cuenta por los tres partidos políticos que lo conforman.
Pero algo pasa en San Luis Potosí, donde el diputado plurinominal Juan Francisco Aguilar le mete el pie a cualquiera que aspire a la candidatura al Senado, posición para la que ya prácticamente está palomeado el alcalde de San Luis Potosí, capital, el priista Enrique Galindo, gracias a su notable desempeño al frente de la administración municipal.
El político panista, de alcance electoral limitado, se ha confrontado con todos los liderazgos regionales y nacionales, y en estos momentos ya lo conocen como «El Apestado». Aguilar Hernández no está siendo considerado para ninguna posición, y el potosino ha emprendido una campaña de desprestigio contra quienes considera «sus enemigos». Para ello, echa mano de colaboradores a quienes les brinda recursos provenientes del Congreso Local, quienes operan redes de portalitos y páginas de Facebook desde donde ataca a integrantes de su mismo partido, Acción Nacional, al cual adeuda miles de pesos en cuotas y contribuciones que está obligado a pagar al ser diputado plurinominal.
Es decir, se sirve del partido pero no le retribuye. Actualmente y de acuerdo a los estatutos de Acción Nacional, «El Bebote», como se le conoce, no puede ser candidato por ese partido. Para ello, el diputado pretendería envolverse en la bandera de «ciudadano», a pesar de su militancia partidista.
Agarrado
Además, medios locales señalan que es un personaje bastante tacaño, y por los antecedentes, se prevé que el proyecto de Juan Francisco Aguilar es forzar al alcalde de San Luis Potosí capital, Enrique Galindo, a la reelección, hacerse con la candidatura al Senado, para después nadar de muertito esperando que figuras locales, como el mismo Galindo, o el arrastre de Xóchitl Gálvez, le garanticen votos suficientes para asegurar al menos la posición de primera minoría y poder seguir al menos otros seis años viviendo del dinero público.
Jiribilla
Es un hecho que a Aguilar Hernández solo le importa el dinero. El país está en una encrucijada en la que cualquier voto puede definir el número de diputados y senadores de la siguiente legislatura. El Bebote no entiende esto, y su limitada visión solo le permite ver su proyecto personal, valiéndose de artimañas y mentiras para descarrilar a quien no esté de su lado, una actitud similar a la de López Obrador, a quien se supone debería combatir.
Personajes como él, en vez de sumar, restan, y es por ello que el Frente Cívico debe entrar en definiciones y sacudir personajes que, en lugar de sumar, restan.
@Anibalmunizmx