Ciudad de México.- Este lunes 23 de septiembre, un grupo de normalistas se reunió frente a la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México, en un acto de protesta que coincide con el décimo aniversario de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero. La manifestación se tornó intensa cuando algunos jóvenes, con el rostro cubierto, comenzaron a lanzar petardos hacia el edificio, rompiendo los cristales del inmueble y generando un fuerte estruendo que resonó en la Plaza de la Constitución.
Este evento se enmarca dentro de una serie de movilizaciones organizadas por familiares de los desaparecidos, quienes buscan visibilizar la falta de avances en las investigaciones y mantener viva la memoria de sus seres queridos. Desde la 1:00 de la tarde, la atmósfera se llenó de consignas y reclamos, mientras los manifestantes exigían justicia y respuestas concretas de las autoridades.
El clamor por verdad y justicia se siente con fuerza en cada rincón del país, y hoy, más que nunca, los familiares de los 43 normalistas han dejado claro que no descansarán hasta que se esclarezcan los hechos. Con pancartas que demandan justicia, su presencia en la capital es un recordatorio de que la impunidad sigue latente y de que las heridas del pasado aún no sanan.
Las autoridades, por su parte, monitoreaban la situación de cerca, conscientes de que las manifestaciones pueden escalar en cualquier momento. Sin embargo, los normalistas reafirmaron su compromiso de continuar la lucha, recordando que el eco de sus demandas por justicia no debe ser ignorado. Cada explosión de los petardos lanzados es un grito de desesperación y esperanza por un futuro en el que la verdad finalmente salga a la luz.