Ciudad de México.- En un gesto inusual y contundente, Fernando García Véliz, estudiante de posgrado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha solicitado formalmente la destitución del diputado morenista Ricardo Monreal Ávila como profesor de la institución. La petición, admitida por la Facultad de Derecho el 30 de agosto, pone en entredicho las credenciales académicas y el compromiso de Monreal con los principios fundamentales del derecho.
García Véliz, quien cursa una especialidad en Derecho Fiscal, dirigió un pliego petitorio a la directora de la facultad, Sonia Venegas Álvarez, en el que argumenta que Monreal Ávila carece del conocimiento necesario en temas jurídicos y constitucionales para seguir formando parte del claustro de profesores. El estudiante no escatimó en críticas, señalando que el diputado no cumple con el estándar de profesionalismo que exige la UNAM y, peor aún, “fomenta de manera indirecta una enseñanza que va en contra de los derechos humanos”.
La denuncia de García, quien también se identifica en redes sociales como parte del Poder Judicial de la Federación, llega en un momento delicado para Monreal. Este mismo viernes, el diputado seguía impartiendo clases en la UNAM, describiendo su labor docente como «un remanso» en su agitada vida política. Sin embargo, la crítica de García no es un ataque aislado; refleja un creciente malestar entre la comunidad estudiantil, que ya ha manifestado su oposición a la reforma judicial impulsada por el gobierno.
La semana pasada, alumnos de Derecho de la UNAM marcharon hacia el Consejo de la Judicatura Federal, expresando su rechazo a la reforma judicial en términos que consideran un riesgo para su formación académica y la integridad del sistema judicial mexicano. La solicitud de destitución de Monreal se suma a un coro de voces que cuestionan la competencia de quienes ostentan el poder y la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones de juristas en el país.
Sonia Venegas Álvarez, directora de la Facultad de Derecho, y Mónica González Contró, directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, han expresado previamente sus reservas sobre la elección popular de jueces, señalando que este modelo ha fallado en otros países. Su postura refuerza las preocupaciones sobre la capacidad de Monreal Ávila para educar a estudiantes en un contexto tan complejo y delicado como el derecho constitucional.
En un país donde la educación jurídica enfrenta desafíos inéditos, la solicitud de García Véliz es una llamada de atención sobre la calidad y la ética de quienes tienen en sus manos la formación de los futuros defensores de la ley. La Facultad de Derecho de la UNAM enfrenta ahora la difícil tarea de decidir si Ricardo Monreal Ávila continuará enseñando, en medio de una crisis constitucional que amenaza con redefinir el marco legal del país.
