Ciudad de México.- En un día que debería haber sido el clímax del legado presidencial de Andrés Manuel López Obrador, miles de jóvenes se adueñaron de las calles de la Ciudad de México para exigir un alto a la reforma judicial que, según denuncian, amenaza con dinamitar la democracia en México. La marcha, que recorrió Paseo de la Reforma, no solo eclipsó el sexto y último informe de gobierno del presidente, sino que también subrayó la creciente desilusión y resistencia de las nuevas generaciones frente a un proyecto de gobierno que ha sido acusado de erosionar las instituciones fundamentales de la República.
Un Grito de Resistencia
A la misma hora en que López Obrador se preparaba para dar su discurso en el Zócalo capitalino, jóvenes provenientes de diversas universidades del país marchaban en defensa del Poder Judicial. La protesta, convocada por estudiantes de Derecho, reflejó la preocupación generalizada ante la propuesta de reforma judicial que permitiría la elección popular de jueces y magistrados, una medida que los manifestantes consideran un intento del presidente por controlar el sistema judicial del país.
El simbolismo de la marcha no pasó desapercibido. Mientras en el Zócalo se congregaban contingentes de simpatizantes y acarreados del gobierno, en su mayoría transportados en autobuses desde diversos estados, las avenidas cercanas a la residencia oficial de Los Pinos y las oficinas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estaban ocupadas por estudiantes, académicos y ciudadanos que exigían respeto a la independencia judicial y a las libertades básicas consagradas en la Constitución.
Las Mentiras del Sexto Informe
El contraste entre ambas movilizaciones no podría ser más evidente. Mientras López Obrador presumía en su informe los supuestos logros de su administración, como la «transformación» del país y la «lucha contra la corrupción», los jóvenes que marchaban señalaban las omisiones y mentiras que han caracterizado su mandato.
Entre las críticas más graves se encuentran las cifras alarmantes de violencia y corrupción que han marcado el sexenio. En los últimos años, México ha registrado más de 197,000 homicidios y 100,000 desapariciones forzadas, cifras que reflejan un panorama desolador de inseguridad y falta de justicia. Además, la administración de López Obrador ha sido señalada por la falta de protección a los defensores de la libertad de expresión, con más de 80 agentes de la libertad de expresión, incluyendo reporteros, auxiliares de redacción, influencers y locutores, asesinados. Asimismo, 189 defensores de derechos humanos y ambientales han perdido la vida bajo condiciones similares, evidenciando la creciente violencia y represión contra quienes luchan por la justicia y la protección del medio ambiente.
La reforma judicial que impulsa ha sido interpretada por muchos como un intento de concentrar aún más poder en manos del Ejecutivo, bajo el pretexto de combatir la corrupción y el nepotismo en el Poder Judicial. Sin embargo, críticos señalan que la verdadera intención es debilitar la independencia de los jueces, alineándolos con los intereses políticos del presidente y su partido.
La Democracia en Peligro
La marcha de este domingo es solo una muestra del descontento creciente hacia el gobierno de López Obrador, que ha sido acusado de traicionar los principios democráticos que prometió defender. La propuesta de reforma judicial es vista como una amenaza directa a la democracia, ya que eliminaría los contrapesos necesarios para evitar el autoritarismo. Los manifestantes no dudaron en señalar que el futuro de México está en juego y que la juventud no permitirá que se les arrebate la democracia.
Mientras en el Zócalo se repetían las consignas a favor de la «Cuarta Transformación», en las calles se alzaba un grito por la defensa de las libertades fundamentales, un grito que opacó por completo el mensaje triunfalista del presidente.
Referencias de un Contexto Omitido
Diversos medios han señalado la falta de autocritica en los informes presidenciales, donde se omiten o distorsionan datos sobre seguridad, economía y derechos humanos. La situación en el país ha empeorado en muchos aspectos, a pesar de las promesas de cambio, y las manifestaciones de hoy son una muestra palpable de la frustración ciudadana con un gobierno que no ha cumplido sus promesas fundamentales.
La Juventud No Se Rinde
La movilización de este domingo no es el final, sino el inicio de una resistencia que promete intensificarse en los meses venideros. Los jóvenes, que representan el futuro del país, han dejado claro que no permitirán que se les arrebate su voz ni sus derechos. La defensa del Poder Judicial es solo el primer paso en una lucha más amplia por preservar la democracia y las libertades que tanto han costado a lo largo de la historia mexicana.
En un país donde el poder político y los intereses personales amenazan con erosionar las bases mismas de la República, la resistencia ciudadana se alza como el último bastión de esperanza. Y esta vez, el grito de los jóvenes ha resonado más fuerte que cualquier discurso desde el balcón presidencial.
