Para analizar el primer mes de gobierno de Claudia Sheinbaum, es cierto que podría parecer prematuro hacer una evaluación definitiva. No obstante, los indicadores y decisiones iniciales en temas clave como seguridad, economía, democracia, relaciones internacionales y gobernabilidad interna ya ofrecen un panorama preliminar de hacia dónde podría dirigirse su administración y de los desafíos que se perfilan.
Seguridad
El problema de la violencia ha escalado con eventos como los coches bomba en Guanajuato, el asesinato de un sacerdote en Chiapas y narcobloqueos en Tabasco. La violencia en Sinaloa, en particular, ha llamado la atención internacional, volviéndose un conflicto no solo de seguridad sino de percepción sobre la estabilidad política del país. En tan poco tiempo, estos casos apuntan a que el gobierno necesita un plan más estructurado y contundente de seguridad que lo diferencie del manejo de López Obrador.
Democracia y Poder Judicial
El apoyo de Sheinbaum a la reforma judicial y su propia iniciativa de supremacía constitucional son dos señales de una inclinación hacia el centralismo. A esto se suma la alianza con actores políticos previamente opuestos y cuestionados, como los Yunes en Veracruz, y el aval para la destitución de un senador para garantizar la supermayoría en el Congreso. Estas movidas políticas podrían ser vistas como una estrategia para consolidar un poder absoluto, pero también erosionan la confianza en la independencia del sistema democrático. Su postura hacia la militarización y una posible revocación de mandatos desde su propio partido muestran que la amenaza a su liderazgo no vendría desde la oposición, sino desde una fractura interna en Morena.
Economía
La situación económica plantea desafíos aún más acentuados en este primer mes. La caída en la confianza del consumidor, el estancamiento en el crecimiento proyectado y el aumento del tipo de cambio reflejan un entorno desfavorable que necesita acción urgente. El manejo de la deuda y la percepción internacional sobre la estabilidad financiera de México ponen presión sobre el equipo económico de Sheinbaum, que aún no ha mostrado un plan claro para enfrentar estos problemas.
Relaciones Internacionales
La postura de Sheinbaum hacia Estados Unidos y los conflictos internacionales, como el caso de Venezuela, marcan un alejamiento aún mayor de una posición democrática tradicional. Su distancia de los gobiernos de Brasil y Colombia en relación con Venezuela, y el endurecimiento de la retórica hacia EE. UU., no han ayudado a aliviar las tensiones diplomáticas. La postura firme de ambos candidatos presidenciales en EE. UU., tanto Trump como Harris, añade complejidad a esta relación y podría afectar sectores clave como el comercio y la cooperación en seguridad.
Gobernabilidad Interna
Con un mes de gobierno y los desafíos acumulándose, es inevitable que las figuras fuertes de Morena, como Adán Augusto, Monreal y Ebrard, comiencen a ver oportunidades en caso de que el liderazgo de Sheinbaum se debilite. La oposición, incapaz de capitalizar políticamente, deja el campo libre para que las tensiones se desborden dentro del partido en el poder, lo que podría poner en juego la estabilidad de su gobierno y conducir a un llamado a la revocación de mandato en el futuro.