Ciudad Victoria.- Este martes, el alcalde de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás Báez, volvió a incumplir sus obligaciones. En una muestra más de desdén hacia los ciudadanos, hizo esperar por más de tres horas a más de 100 niñas, niños y adolescentes que se formaron en la alcaldía para recibir la beca que, como hijos de trabajadores del Ayuntamiento, les corresponde por contrato colectivo. La espera fue en vano: la beca nunca llegó, lo que evidencia una práctica reiterada de Gattás de retrasar estos apoyos.
No es la primera vez que el alcalde incumple. La beca de septiembre se entregó hasta octubre, y la de este mes sigue sin concretarse. Mientras tanto, los menores y sus familias siguen esperando por el derecho que el alcalde debería garantizarles. Además de perjudicar a los hijos de los trabajadores municipales, Gattás ha retenido el sueldo de los regidores que presentaron una denuncia en su contra por ‘Ejercicio Ilícito del Servicio Público’, práctica que hasta ahora ha dejado sin respuesta ni fecha de pago.
Gattás no solo evade sus obligaciones con los trabajadores y sus familias; también ignora abiertamente las leyes que regulan su propia administración. Desde hace siete días, el alcalde ha desobedecido la reciente reforma al Código Municipal de Tamaulipas, que lo obliga a convocar una sesión de cabildo para elegir los cargos administrativos más importantes. A pesar de que el mes de octubre está por terminar, Gattás no ha convocado la sesión, poniendo en entredicho su capacidad y su disposición para actuar dentro del marco legal.
Mientras Ciudad Victoria se enfrenta a una crisis de infraestructura, inseguridad y abandono, Gattás sostiene que su administración opera con normalidad. Pero para los ciudadanos y los trabajadores afectados, queda claro que el alcalde ha convertido el incumplimiento de la ley en una rutina.