Ciudad Victoria, Tamaulipas – La administración de Eduardo Gattás Báez en Ciudad Victoria se tambalea peligrosamente, envuelta en una trama de corrupción e ilegalidad que podría llevar a su destitución. El alcalde ha sido señalado por imponer de manera arbitraria a 11 funcionarios clave en su gobierno, en abierto desafío a la ley y al propio Cabildo municipal, lo que ha generado una crisis sin precedentes en la gobernabilidad de la ciudad.
De acuerdo con el Artículo 55, inciso VII del Código Municipal del Estado, es responsabilidad del nuevo Cabildo 2024-2027 elegir a los titulares de departamentos estratégicos como el Secretario del Ayuntamiento, el Tesorero, el Secretario de Obras y Servicios Públicos, y el Contralor. Sin embargo, Gattás ha optado por una ruta ilegal, intentando mantener en sus puestos a los funcionarios designados por el anterior Cabildo 2021-2024, sin la ratificación necesaria del actual gobierno.
Este intento de consolidar su control mediante la imposición de perfiles a modo no sólo contraviene la ley, sino que también ha encendido las alarmas sobre prácticas corruptas que podrían beneficiar directamente a intereses particulares, en detrimento de la transparencia y el correcto funcionamiento del ayuntamiento.
La Ilegalidad al Desnudo
El conflicto se intensificó cuando Gattás, al no lograr el apoyo de la mayoría de los regidores en la primera sesión del Cabildo, decidió suspender abruptamente la reunión, en un claro intento por evadir el control democrático. La estrategia fallida del alcalde, que incluyó presiones indebidas sobre los ediles, ha dejado en evidencia la falta de escrúpulos en su gestión, al querer perpetuar un equipo que responde exclusivamente a sus intereses políticos.
El diputado local Isidro Vargas Fernández ha sido claro al señalar la ilegalidad en las acciones de Gattás Báez, advirtiendo que si el alcalde persiste en violar la normativa municipal, el Congreso del Estado podría intervenir y, en el peor de los casos, proceder con la remoción del alcalde de su cargo.
“La ley es clara. El nuevo Cabildo tiene la responsabilidad de elegir por mayoría a los titulares de estos cargos, y no se puede permitir que continúen los funcionarios anteriores sin un proceso legítimo de ratificación”, expresó Vargas Fernández. Este no es un simple desacuerdo político, sino una flagrante violación al marco legal que podría tener graves consecuencias para la administración de Gattás.
Corrupción y Crisis de Gobernabilidad
Más allá de las irregularidades legales, este episodio ha sacado a la luz profundas sospechas de corrupción en la gestión de Eduardo Gattás. ¿Por qué tanto interés en mantener a los mismos funcionarios en puestos clave? Fuentes cercanas al Cabildo han mencionado que varios de estos funcionarios estarían ligados a contratos opacos y manejos irregulares de recursos públicos, lo que explicaría el esfuerzo desesperado del alcalde por protegerlos a toda costa.
El propio Gattás ha sido acusado de utilizar tácticas autoritarias para silenciar a los regidores que se oponen a sus decisiones, manteniéndolos encerrados en la sala de Cabildo y presionándolos para aprobar sus propuestas. Estas acciones no sólo son ilegales, sino que constituyen un abuso de poder que atenta contra los principios democráticos y la transparencia que deben regir cualquier administración pública.
Posible Destitución en el Horizonte
La gravedad de la situación ha llevado a varios actores políticos y sociales a exigir la intervención inmediata del Congreso de Tamaulipas. Si Gattás sigue en su empeño de actuar al margen de la ley, no sólo podría enfrentarse a sanciones legales, sino que su cargo como alcalde de Ciudad Victoria está en juego.
El panorama es desalentador: la ciudad, en plena crisis administrativa, se encuentra paralizada, sin la capacidad de firmar documentos oficiales ni realizar trámites, afectando a miles de ciudadanos que dependen de los servicios municipales. Mientras tanto, Gattás intenta blindar a un grupo de funcionarios cuya permanencia huele a corrupción.
Si las acciones ilegales y la intransigencia del alcalde continúan, su destitución no sólo sería una posibilidad, sino una necesidad urgente para restablecer el orden y la gobernabilidad en Ciudad Victoria. El tiempo corre, y los ciudadanos ya están sufriendo las consecuencias de un gobierno que, en lugar de servirles, ha caído en las garras de la corrupción y el abuso de poder.
La pregunta es: ¿será Eduardo Gattás capaz de sostener su administración en medio de esta tormenta, o la ilegalidad y corrupción que lo rodean terminarán por derribarlo?