TAMAULIPAS, MÉXICO.- En un año inusual para el dengue, Tamaulipas enfrenta una alta incidencia de casos a pesar de las temperaturas más frescas que deberían frenar la reproducción del mosquito Aedes aegypti, el principal vector de la enfermedad. Hasta ahora, el estado ha registrado 1,787 casos confirmados de dengue, una cifra alarmante que no ha cedido incluso con la llegada de condiciones climáticas menos favorables para el mosquito. Esta preocupante realidad ha cobrado la vida de 10 personas en el estado, dos de ellas reportadas recientemente en el municipio de Mante.
Distribución de la enfermedad y zonas más afectadas
En Tamaulipas, algunas regiones y ciudades destacan por su alto número de contagios. Ciudad Victoria, la capital, encabeza la lista con 361 casos confirmados, mientras que la región conurbada de Tampico, Madero y Altamira concentra el mayor número de afectados en conjunto, sumando 538 casos. La situación en Matamoros es igualmente crítica, con 320 casos confirmados, 12 de los cuales fueron reportados en las últimas 24 horas.
El municipio cañero de Mante, junto con Victoria, Tampico y Matamoros, registra dos muertes cada uno, mientras que Nuevo Laredo y Padilla reportan una muerte cada uno. La mayoría de las defunciones —ocho de las diez— ocurrieron en hospitales del IMSS Bienestar, mientras que los otros dos fallecimientos fueron reportados en hospitales del IMSS ordinario. Estos datos reflejan no solo la propagación del virus, sino también la intensidad con la que afecta a la población, ya que muchos de los casos se presentan con síntomas graves.
Hospitalizaciones y gravedad del brote
A medida que el dengue avanza en el estado, los hospitales continúan atendiendo una creciente demanda de pacientes. Actualmente, 30 personas permanecen hospitalizadas con diagnóstico de dengue probable, y 20 de ellas presentan signos de alarma, lo que aumenta el riesgo de complicaciones. Entre los hospitalizados, seis tienen dengue no grave, mientras que uno se encuentra en estado grave, lo que subraya la intensidad de este brote en ciertas zonas del estado. El incremento en los casos con signos de alarma refleja una tendencia hacia cuadros clínicos más severos, algo que preocupa a las autoridades de salud y a las familias afectadas.
Desafíos de control en un año atípico
La alta incidencia de dengue en Tamaulipas ha dejado en evidencia la complejidad de combatir este virus. Aunque las bajas temperaturas deberían reducir la actividad del Aedes aegypti, el mosquito ha demostrado adaptarse y seguir activo en varias áreas del estado, lo que plantea serios desafíos para las campañas de prevención y control. Además, el incremento de casos en zonas urbanas densamente pobladas, como Ciudad Victoria y la zona conurbada de Tampico, complica los esfuerzos de fumigación y eliminación de criaderos, medidas clave para frenar la propagación de la enfermedad.
Para las autoridades de salud, el aumento de casos en octubre y noviembre representa una carga adicional en el sistema hospitalario y destaca la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica en cada rincón del estado. Las campañas de concienciación y prevención también juegan un papel crucial, especialmente en los municipios con mayores índices de contagio, donde las personas deben estar alertas ante los primeros síntomas del dengue y acudir al médico de inmediato para evitar complicaciones.
La respuesta del estado y el llamado a la prevención
La Secretaría de Salud de Tamaulipas continúa con las campañas de prevención, recomendando a la ciudadanía eliminar posibles criaderos de mosquitos en sus hogares, usar repelente y estar atentos a los síntomas del dengue, como fiebre, dolor muscular y signos de alerta como sangrado. Aunque el personal de salud y las autoridades están redoblando esfuerzos para atender los casos y contener el brote, las condiciones que han permitido la propagación del virus en meses inusuales subrayan la urgencia de que cada ciudadano tome precauciones en sus entornos cotidianos.
El aumento de los casos y la trágica pérdida de vidas recuerdan la fragilidad de los sistemas de salud frente a enfermedades transmitidas por vectores, especialmente en un contexto donde las condiciones climáticas y las áreas urbanas densamente pobladas complican los esfuerzos de control. El dengue sigue siendo una amenaza latente en Tamaulipas, y solo a través de un esfuerzo conjunto entre autoridades y población se podrá reducir el impacto de esta enfermedad que se niega a ceder terreno.