En un pronunciamiento vehemente, la dirigencia nacional del PRI, encabezada por Alejandro Moreno, ha lanzado una crítica contundente contra el gobierno de Morena, acusándolo de ser el verdadero enemigo de la soberanía nacional y de practicar un terrorismo de Estado contra los mexicanos.
Durante una reciente rueda de prensa, Alejandro Moreno destacó que el PRI se mantiene firme en su postura de no negociar con terroristas ni criminales, diferenciándose claramente de las políticas actuales del gobierno. Moreno argumentó que Morena ha desmantelado las instituciones de la República, diluido la Constitución y tomado decisiones que perjudican la estructura democrática del país, bajo lo que describió como una “absurda narrativa del ‘Segundo Piso de la Cuarta Transformación’”.
La dirigencia del PRI acusó directamente al gobierno de ejercer un terrorismo de Estado, señalando que la violencia extrema, incluidos los más de 210 mil asesinatos y numerosos actos criminales como secuestros y extorsiones, son facilitados por la impunidad gubernamental. Este ambiente, según Moreno, evidencia un consentimiento implícito del estado a tales crímenes.
Además, el PRI llamó al pueblo de México a unirse para denunciar estas prácticas ante la comunidad internacional, insistiendo en que el problema de México no es externo, sino interno, y radica en un gobierno que ha comprometido la normalidad democrática del país.
Con este fuerte llamado a la acción, el PRI busca posicionar a Morena no solo como un adversario político, sino como una amenaza real para la estabilidad y la integridad de México. Este posicionamiento del PRI pretende galvanizar el apoyo tanto nacional como internacional para restaurar lo que consideran son los principios democráticos fundamentales del país.
