Donald Trump asumió oficialmente como el presidente número 47 de Estados Unidos en una ceremonia cargada de anuncios y medidas contundentes que marcan un regreso al estilo directo y unilateral de su administración anterior. Desde la designación de cárteles de drogas como organizaciones terroristas hasta la reintroducción de Estados Unidos en políticas proteccionistas, el mandatario reafirmó su lema de «América primero» en cada acción ejecutiva firmada.
Una de las primeras órdenes ejecutivas fue la declaración de una emergencia nacional en la frontera sur de Estados Unidos, una medida que Trump justifica como esencial para la seguridad nacional frente a lo que considera una inmigración incontrolada y el flujo de drogas hacia el país. Además, en un gesto que sin duda generará controversia, Trump otorgó un amplio indulto a los participantes del asalto al Capitolio, argumentando que eran manifestantes ejerciendo su derecho a la libertad de expresión.
El presidente no solo se centró en la inmigración y la seguridad interna; también reinstauró políticas económicas proteccionistas mediante la promesa de imponer aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y dejó en suspenso futuras tarifas a China. Estas medidas, asegura Trump, son esenciales para revitalizar la industria nacional y proteger los empleos estadounidenses de la competencia extranjera.
En un movimiento que ha causado alarma entre las organizaciones de derechos humanos y grupos de libertad civil, Trump también firmó una orden ejecutiva que termina con la ciudadanía por derecho de nacimiento, una política que ha sido un pilar de la legislación estadounidense desde la ratificación de la Enmienda 14. La orden ejecutiva de Trump también aborda la prohibición de la plataforma de redes sociales TikTok, la cual, según él, será efectiva si no se concreta un acuerdo de venta que beneficie económicamente a Estados Unidos.
Durante su discurso inaugural, Trump no solo delineó sus políticas internas, sino que también tocó asuntos de política exterior, reafirmando su compromiso con la defensa de los intereses estadounidenses frente a adversarios como China e Irán. Anunció planes para una misión tripulada a Marte y su intención de renegociar el control del Canal de Panamá, reflejando su enfoque en reafirmar la presencia y la influencia global de Estados Unidos.
Con estos actos y declaraciones, Trump ha dejado claro que su segunda administración seguirá una línea tan firme y provocativa como la primera, prometiendo cambios significativos y, probablemente, controversiales en el panorama político y social de Estados Unidos y más allá.