Claudia Sheinbaum enfrenta una creciente crisis política a medida que varios gobernadores estatales de Morena, electos durante la ola que llevó a Andrés Manuel López Obrador al poder en 2018, son señalados por malos manejos, corrupción y supuestos vínculos con el crimen organizado.
La imagen de Morena se ve comprometida por figuras como el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y los exgobernadores Cuauhtémoc Blanco de Morelos, Cuitláhuac García de Veracruz y Rutilio Escandón de Chiapas. Este último ha sido especialmente controversial, acusado incluso en una carta dirigida al gobierno de Donald Trump por el priista Willy Ochoa de tener conexiones con el crimen organizado, una afirmación que Sheinbaum prontamente negó.
Sin embargo, bajo el mandato de Escandón, Chiapas se transformó en un campo de batalla para los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, quienes luchan por controlar las rutas de narcotráfico y el flujo de migrantes centroamericanos. Con un incremento de más del 200% en los homicidios dolosos en 2024, Tapachula se convirtió en el municipio con la mayor percepción de inseguridad en México, seguido de cerca por Tuxtla Gutiérrez.
Pese a las acusaciones y la evidente ingobernabilidad, los esfuerzos por relevar a Escandón del cargo se vieron frustrados por las complicaciones políticas y familiares dentro de Morena, particularmente relacionadas con Adán Augusto López, entonces a cargo de la Secretaría de Gobernación y cuñado de Escandón. La posibilidad de entregar la gubernatura a un militar se consideró, pero nunca se concretó.
Al final de su mandato, y ante un panorama político tenso, Escandón promovió su salida anticipada, buscando a cambio un puesto en la Comisión Federal de Electricidad, lo cual no prosperó. Finalmente, su sucesión no contó con el apoyo de las estructuras de Morena en Chiapas, quedando las riendas del estado en manos de Eduardo Ramírez Aguilar, candidato impulsado por Manuel Velasco y Ricardo Monreal.
A pesar de ser uno de los gobernadores peor evaluados en la historia de Chiapas, Sheinbaum lo designó cónsul en Miami, defendiéndolo públicamente en sus conferencias. Este respaldo sugiere una complicada red de lealtades y favores políticos que subrayan los desafíos internos y externos que enfrenta Sheinbaum dentro de su partido y en el escenario político nacional.
