El análisis de los registros de «personas desaparecidas no localizadas» durante la administración de Claudia Sheinbaum muestra una alarmante tendencia al alza, contrariamente a la narrativa oficial de disminución de la criminalidad en la Ciudad de México. En su primer año de mandato se reportaron 519 casos, cifra que disminuyó a 279 en 2021, pero que para 2024 se disparó a un récord de 1,697 desapariciones.
Esta dramática escalada de casos durante el último año de Sheinbaum plantea serias dudas sobre la eficacia de las políticas de seguridad implementadas y sugiere la posibilidad de manipulación de cifras para fines electorales. La variación en los registros de personas desaparecidas antes y después de las elecciones de 2024 es particularmente reveladora: de un promedio de 3 desaparecidos al día durante la campaña a 5 al día post-elecciones, y un incremento continuo bajo la nueva administración de Clara Brugada.
Estos hallazgos coinciden con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que reflejan un incremento en la percepción de inseguridad entre los ciudadanos. Esta situación se agrava con el aumento de los registros de delitos que atentan contra la vida, haciendo de 2024 el año más violento registrado.
En un contexto donde la seguridad ciudadana debería ser prioritaria, los datos oficiales evidencian una crisis que el gobierno debe abordar de manera transparente. Las próximas conferencias matutinas de la presidenta se perfilan como cruciales para el gobierno federal, que tiene la tarea de explicar no solo el aumento en las desapariciones sino también cómo piensa contener esta escalada de violencia.
La comunidad y los medios de comunicación permanecen atentos y exigentes de respuestas concretas y acciones eficaces que reviertan esta tendencia y restauren la confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad en la capital del país.