El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha revelado que tiene seis posibles acciones preparadas para enfrentar a los cárteles mexicanos de drogas, según una fuente anónima. Estas medidas incluyen estrategias que Estados Unidos ha utilizado en conflictos internacionales, adaptadas ahora para combatir el narcotráfico en México.
Entre las estrategias discutidas, se contempla el uso de operaciones de inteligencia y vigilancia satelital ya en marcha. Equipos como el RC-135 Rivet Joint y satélites operados por la National Reconnaissance Office (NRO), están desplegados para monitorear rutas de tráfico de drogas y las actividades de figuras clave del narcotráfico.
Colaboración con el gobierno mexicano es preferida para llevar a cabo estas operaciones, respetando la soberanía de México. Sin embargo, la fuente indica que, de no lograrse un acuerdo, Estados Unidos podría actuar unilateralmente, especialmente para protegerse contra la amenaza del fentanilo.
La fuente también mencionó el potencial uso de drones, como el MQ-9 Predator B, para realizar reconocimientos y ataques precisos sin necesidad de presencia militar terrestre. Estos drones han sido utilizados en operaciones contra líderes terroristas y podrían ser adaptados para neutralizar a cabecillas de cárteles.
Además, se contempla la posibilidad de formar una fuerza multinacional antinarcóticos, comparada con coaliciones internacionales contra el terrorismo, que incluiría a países afectados por el tráfico de drogas como Colombia y Guatemala.
En escenarios donde la cooperación no sea viable, Estados Unidos podría emplear tácticas de fuerzas especiales, inspiradas en operaciones exitosas como la que eliminó a Osama bin Laden. Estas operaciones estarían dirigidas por equipos élite como los SEALs, Delta Force, y Rangers del Ejército de Estados Unidos, y el Special Activities Center de la CIA.
Este enfoque multifacético refleja la determinación de Estados Unidos de usar todos los recursos disponibles para combatir el flujo de narcóticos que no solo afecta su territorio, sino que también tiene profundas implicaciones para la seguridad y estabilidad en la región.
