Washington.- El presidente Donald Trump reveló planes inminentes para imponer un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos. Estos comentarios los hizo a bordo del Air Force One en su regreso de Florida, donde había asistido al Super Bowl.
«Cualquier acero que entre en Estados Unidos va a tener un arancel del 25%», anunció Trump, extendiendo la medida al aluminio. La iniciativa se suma a las tensiones comerciales y promete desatar reacciones tanto de socios comerciales como de los mercados financieros.
Además, Trump señaló que el martes o miércoles anunciará «aranceles recíprocos», una medida destinada a igualar las tarifas impuestas por otros países a los productos estadounidenses. «Si ellos nos están cobrando el 130% y nosotros no les estamos cobrando nada, eso va a cambiar», declaró firmemente.
Durante su primera administración, Trump ya había implementado tarifas similares, aunque posteriormente eximió a varios países de estas medidas. Sin embargo, recientes tensiones han llevado a una revisión de estas políticas, incluyendo acciones específicas contra productos de Canadá, México y China a principios de año.
Aunque había una pausa en los aranceles tras negociaciones sobre control de inmigración, la decisión de Trump de reactivar y aumentar las tarifas ha provocado un notable descenso en los mercados financieros. Los inversores reaccionaron negativamente, con caídas en el mercado de valores tras el anuncio inicial y un crecimiento de la preocupación por la inflación futura, exacerbada por los nuevos aranceles.
Estos desarrollos plantean serios interrogantes sobre el impacto global de la política comercial de Trump, que podría llevar a una escalada en las tensiones comerciales y afectar a la economía mundial en un momento ya crítico por otras presiones económicas.