En un operativo significativo en Yuriria, Guanajuato, las autoridades estatales han localizado un presunto campo de adiestramiento y reclutamiento del crimen organizado. El hallazgo, que tuvo lugar en la comunidad de Buenavista, revela un preocupante vínculo entre delincuencia y educación, dado que el sitio estaba situado a solo 600 metros de una telesecundaria.
Este campo de entrenamiento, extendido sobre más de 2,000 metros cuadrados, incluía instalaciones con habitaciones, cocina y baño, equipadas para sostener largos periodos de actividad delictiva. Según informes preliminares, el lugar se usaba para preparar a individuos en diversas actividades ilícitas, como homicidios, robos, extorsiones y tráfico de drogas.
La existencia de este campamento salió a la luz tras un enfrentamiento el pasado 16 de diciembre en Uriangato, donde cuatro agentes estatales fueron asesinados. Las investigaciones subsiguientes llevaron a un operativo decisivo el 6 de enero, resultando en la muerte de 10 presuntos criminales y la detención de 30 personas. Durante la acción, también se rescató a un menor de edad, quien habría sido secuestrado y llevado al campo.
El impacto de este descubrimiento es considerable. Comparaciones han surgido con el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, conocido por el reciente hallazgo de 154 pares de zapatos de presuntas víctimas de desaparición. Sin embargo, un funcionario de Seguridad Pública en Guanajuato ha descartado que el sitio en Yuriria cumpliera funciones similares, aunque la organización Desaparecidos Guanajuato ha expresado preocupaciones, citando el descubrimiento de sitios similares en el estado desde 2020, como Cerro Prieto y Comanja de Corona, que consideran operan como centros de exterminio.
El sitio ahora está bajo custodia de la Fiscalía Estatal, mientras continúan las investigaciones. Este evento subraya la persistente y sombría conexión entre el crimen organizado y los entornos comunitarios, planteando serios desafíos para la seguridad y la integridad de las localidades afectadas en Guanajuato. La comunidad espera que este descubrimiento sea un paso hacia la desarticulación de redes delictivas que han plagado la región durante años.