Ciudad Victoria, 2 de marzo.-Fue la última marcha de Memo: el activista Guillermo Gutiérrez Riestra recorrió las calles del centro de la capital de Tamaulipas, en un último adiós: las mismas calles en las que encabezó marchas de silencio.
Memo buscó de manera incansable a su hija Raquel, y en el camino asumió el liderazgo de la sociedad civil a través del Colectivo de Familiares y Amigos de Desaparecidos en Tamaulipas.
Pasó los últimos años de su vida, entre fosas clandestinas y gritos de impotencia en busca de su hija hasta el lunes cuando una neumonía le arrebató la vida.
Guillermo Gutiérrez Riestra, se fue, y pese al esfuerzo sobrehumano que realizó, jamás volvió a saber nada de Raquel, secuestrada por un grupo armado en Ciudad Victoria hace 11 años.
“Tu ausencia impuesta me devuelve a la realidad, ¿Qué padre puede soportar el secuestro de su hija no 2 años, sino un segundo? “, escribió el activista en el poema «Te Busco» dedicado para su hija. «Llevo en mis espaldas cargando la cruz de no saber de ti, ven”.
Se dedicó también buscar a otras hijas, hijos, hermanos, padres, madres, y dejó a Tamaulipas un legado de lucha civil que otros tendrán que continuar para seguir buscando a los desaparecidos.