Los peregrinos en la Basílica de Guadalupe olvidaron el uso del cubrebocas aunque el riesgo de contagio de Covid-19 está latente.
De los miles de peregrinos que arriban al templo Mariano, la mayoría acude sin mascarilla, pues su única protección es la fe.
Cientos acuden con veladoras, flores e imágenes. Algunos hincados y con mucho dolor, pero conscientes de que deben cumplir su manda por los favores recibidos.
Óscar contó que no usó cubrebocas, pues va hincado y la mascarilla le impide respirar bien.
Personal de protección civil se encuentra cerca por si alguna persona requiere atención..