MÉXICO, D.F. En una sesión marcada por la controversia, el Senado aprobó con 86 votos a favor y 42 en contra la reforma constitucional que transfiere el mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La medida fue respaldada por el partido Morena y sus aliados, incluyendo el voto del expanista Miguel Ángel Yunes Márquez, mientras que la oposición, conformada por el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, calificó la aprobación como un paso hacia la militarización del país.
La reforma a la Guardia Nacional, que ya había sido avalada por la Cámara de Diputados el pasado 19 de septiembre, busca consolidar el control militar sobre este cuerpo de seguridad, una aspiración que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha manifestado desde la creación de la Guardia en 2019. El objetivo de esta reforma es modificar varios artículos de la Constitución, incluyendo el artículo 21, que define a la Guardia Nacional como una “fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente” integrada por personal militar con formación policial, bajo la dependencia de la Sedena.
Desde su establecimiento, la Guardia Nacional se concibió inicialmente con un mando civil en la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. Sin embargo, los artículos transitorios permitieron la incorporación de elementos de las Fuerzas Armadas, lo que ha generado un intenso debate sobre el futuro de la seguridad pública en México.
La aprobación de esta reforma se inscribe en un paquete de 20 reformas constitucionales propuestas por el presidente López Obrador el pasado 5 de febrero, que incluyen modificaciones a otros artículos relevantes en materia de seguridad y gobernanza.
