Ciudad de México.- Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum intenta obtener explicaciones de Joe Biden sobre cómo Estados Unidos logró la captura del Mayo Zambada, dos tormentas políticas y comerciales se ciernen sobre México desde sus socios del TMEC: Estados Unidos y Canadá. Ambos países, que junto a México conformaron en 1994 uno de los mercados comerciales más importantes del mundo, ahora parecen orquestar una ofensiva contra la nación azteca.
El regreso de Trump: amenazas al sur
Del lado estadounidense, el inminente regreso de Donald Trump a la presidencia representa un peligro claro y presente. Su retórica cargada de amenazas incluye la imposición de aranceles, deportaciones masivas de migrantes, el cierre de la frontera y la revisión profunda, o incluso la cancelación, del TMEC. A esto se suma su insistente postura contra los cárteles mexicanos, a quienes busca clasificar como organizaciones terroristas, lo que podría abrir la puerta a incursiones militares unilaterales en territorio mexicano.
En un contexto de inseguridad fronteriza, crisis migratoria y la epidemia de fentanilo que azota a Estados Unidos, Trump podría escalar las tensiones con México a niveles nunca antes vistos. La pregunta es: ¿cómo enfrentará Sheinbaum este reto?
Canadá y su creciente rechazo hacia México
Mientras tanto, en Canadá, una ola antimexicana crece con fuerza. Lo que comenzó como una preocupación de Justin Trudeau en el G20 sobre las inversiones chinas en México, ahora se ha transformado en un clamor nacional liderado por los ministros provinciales y territoriales. Estos piden renegociar el pacto comercial con Estados Unidos y excluir a México del TMEC.
La entrada masiva de autos, textiles y tecnología procedentes de China al mercado mexicano, junto con la inversión en sectores clave, ha generado descontento en Canadá. Este rechazo no es solo comercial; es una respuesta al creciente acercamiento de México con China, lo que preocupa tanto a Ottawa como a Washington.
¿Dónde está la estrategia de Sheinbaum?
Ante estas amenazas, el gobierno de Claudia Sheinbaum parece carecer de una estrategia clara para defender los intereses de México. Más allá de declaraciones genéricas de calma y promesas de diplomacia por parte de figuras como Marcelo Ebrard o el canciller Juan Ramón de la Fuente, no se ha presentado un plan contundente para enfrentar el escenario hostil que se avecina.
La falta de preparación y organización para contrarrestar estas posibles embestidas pone en jaque la estabilidad económica y política del país. Sin una red articulada de cabildeo político, diplomático y empresarial, México queda expuesto a decisiones que podrían desestabilizar su economía, afectar a millones de migrantes y erosionar su soberanía.
Un 2025 incierto
El 2025 se perfila como un año crítico para México. Si Donald Trump regresa a la Oficina Oval con su agenda radical y Canadá decide avanzar hacia un pacto comercial bilateral con Estados Unidos, México podría enfrentar el aislamiento dentro del bloque comercial más importante para su economía.
¿Está lista la presidenta Sheinbaum para enfrentar esta doble amenaza? Hasta ahora, los mexicanos solo tienen promesas vagas y un liderazgo que parece subestimar la magnitud del problema. Si no hay una respuesta estratégica y contundente, México podría enfrentarse a un terremoto político y económico que dejará profundas cicatrices en el país.