La economía mexicana cerró el año 2024 con una cifra alarmante, perdiendo 405 mil empleos formales en diciembre, la mayor caída para un solo mes en casi tres décadas. Esta situación no solo refleja los ajustes laborales estacionales típicos de fin de año, sino que también revela una crisis más profunda influida por factores externos e internos, que van desde la incertidumbre política en Estados Unidos hasta los retos que impone el crimen organizado dentro del país.
Factores clave en la pérdida de empleos:
- Contratos temporales y prácticas fiscales: El gobierno ha señalado que parte de esta caída se debe a la finalización de contratos temporales, una práctica común en diciembre. Sin embargo, la magnitud de la pérdida de empleos ha superado las cifras históricas, lo que sugiere que hay otros factores en juego.
- Disminución de empleadores: El número de empleadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha disminuido un 1.7%, una reducción no vista desde los tiempos de la pandemia de COVID-19. Este dato apunta hacia una posible recesión en sectores clave de la economía mexicana.
El impacto del crimen organizado: Estados como Sinaloa han experimentado cierres masivos de negocios, atribuidos en gran medida al cobro de derechos de piso y otras extorsiones por parte del crimen organizado. Este fenómeno ha provocado una desaceleración económica regional, limitando severamente la creación de empleos y el crecimiento económico.
Influencia internacional: La reciente elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha reintroducido la incertidumbre en los mercados, con amenazas de aranceles y políticas restrictivas que podrían afectar los sectores exportadores y laborales de México. Sin embargo, aún no se ven materializadas estas políticas, y el peso actual de los problemas internos parece ser más significativo.
Desafíos de Pemex y la confianza empresarial: La situación financiera de Pemex, con una deuda insostenible, ha sido otro factor que ha mermado la confianza de los inversores y ha complicado aún más el panorama económico del país. Las tensiones generadas por las recientes reformas laborales y judiciales han intensificado la percepción de inseguridad jurídica entre los empresarios.
Empleo informal como indicador oculto: A pesar de que el gobierno reporta una baja en la tasa de desempleo, la realidad del subempleo y la informalidad sugiere otra historia. Con más de la mitad de la Población Económicamente Activa trabajando en el sector informal, muchos mexicanos carecen de prestaciones básicas y enfrentan condiciones laborales precarias.
Acciones gubernamentales necesarias: Ante este panorama, es crucial que el gobierno de Claudia Sheinbaum tome medidas para reforzar la certidumbre jurídica y ajustar las políticas económicas para incentivar la creación de empleos formales. Además, se deben ofrecer incentivos para que los trabajadores informales puedan transitar hacia la economía formal.