El 6 de enero de 2025, un operativo sorpresa lanzado por las autoridades federales y estatales en Guanajuato se convirtió en un enfrentamiento crucial en la lucha contra el crimen organizado en la región. El operativo, que tuvo lugar en el municipio de Yuriria, estaba dirigido al Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL) y resultó en la muerte de diez personas, incluyendo dos líderes clave de la organización, conocidos como “El Comandante Juan” y “El Bush”. Este suceso marca un avance significativo en los esfuerzos del gobierno para desmantelar a este cártel que ha dominado ciertas áreas del estado con mano de hierro.
Desarrollo del Operativo: La acción comenzó con un cateo en una casa de seguridad en el Callejón de La Presa, donde se ocultaban “El Comandante Juan” y “El Bush”. La inteligencia previa había identificado este lugar como un refugio para los líderes después de su implicación en un violento ataque en Uriangato en diciembre de 2024, que culminó en la muerte de cuatro agentes estatales.
El enfrentamiento se desató cuando, al verse acorralados, los miembros del CSRL abrieron fuego contra los oficiales. La confrontación armada fue intensa y, además de las bajas en el bando criminal, tres policías resultaron heridos y fueron inmediatamente trasladados a hospitales cercanos para recibir tratamiento médico.
Impacto y Reacciones: La muerte de estos dos líderes del CSRL representa un duro golpe a la estructura de la organización y envía un mensaje claro sobre la determinación de las autoridades de seguir combatiendo el crimen organizado. La alcaldesa de Guanajuato, Samantha Smith, expresó su repudio al “cobarde atentado” y reafirmó el compromiso de no ceder ante las presiones de los grupos criminales.
Contexto de Violencia en Guanajuato: Guanajuato ha sido uno de los estados más afectados por la violencia relacionada con los cárteles de drogas. En 2024, el estado registró el mayor número de policías asesinados a nivel nacional, con un total de 61. Este número es un trágico recordatorio de los riesgos que enfrentan las fuerzas del orden en su día a día y subraya la necesidad de continuar fortaleciendo las estrategias de seguridad.
Conclusión: Aunque el éxito del operativo en Yuriria es un paso adelante en la batalla contra el crimen organizado, aún queda mucho por hacer para restaurar la paz y la seguridad en Guanajuato. La persistente amenaza del crimen organizado requiere una respuesta continua y coordinada de todas las instancias del gobierno.
