Ciudad de México.- Una inédita ofensiva legal contra el expresidente Andrés Manuel López Obrador se gesta en Estados Unidos, liderada por el próximo secretario de Estado, Marco Rubio. Según fuentes cercanas al equipo del senador republicano, el caso se basa en declaraciones rendidas ante el Departamento de Justicia por Ismael “El Mayo” Zambada y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes han señalado presuntos acuerdos entre el expresidente mexicano y cárteles de la droga.
La investigación busca probar que López Obrador habría permitido que organizaciones criminales expandieran su control territorial, afectando tanto a México como a Estados Unidos. Rubio, quien ya había acusado públicamente al exmandatario de proteger a los cárteles, sostiene que el caso incluirá pruebas relacionadas con la producción y tráfico de fentanilo, una droga vinculada a miles de muertes en territorio estadounidense.
Esta iniciativa también cuenta con el respaldo de políticos mexicanos que estarían colaborando con Rubio, entre ellos un exgobernador, un excanciller y un exembajador, quienes habrían proporcionado información clave y acceso a testigos.
Mientras tanto, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió indirectamente a las advertencias del expresidente Ernesto Zedillo, quien sugirió que se deslindara de López Obrador para evitar que “un caudillo oculto” siga ejerciendo poder desde las sombras. Durante un discurso en el Zócalo, Sheinbaum reafirmó su respaldo a su antecesor, calificándolo como “el mejor presidente” y reconociendo su papel en la firma del T-MEC, a pesar de las crecientes tensiones con Estados Unidos.
Esta situación marca un momento crítico en la relación bilateral entre ambos países, con implicaciones legales y diplomáticas que podrían redefinir la política mexicana y su posicionamiento en el ámbito internacional.
