El presidente electo Donald Trump, en un discurso vibrante en el mitin de Washington, proclamó una política migratoria sin precedentes que promete detener lo que él llama la «invasión en nuestras fronteras». Un día antes de su investidura, Trump delineó un plan de acción que incluye la firma de órdenes ejecutivas que describió como «las más agresivas y arrolladoras» en la historia de Estados Unidos, con el objetivo explícito de expulsar a migrantes ilegales y criminales del país.
Política de «Tolerancia Cero» y Deportaciones Masivas
Trump anunció la «mayor operación de deportación masiva» en la historia de Estados Unidos, superando incluso las emprendidas por figuras históricas como Dwight Eisenhower. Este plan busca erradicar la presencia de migrantes ilegales, refiriéndose a ellos en términos extremadamente duros y prometiendo acción inmediata tras su toma de posesión.
El futuro mandatario también aprovechó para conmemorar a las «vidas preciosas» estadounidenses perdidas, según él, a manos de migrantes ilegales, llamándolos «animales». Este discurso incendiario refleja la retórica divisiva que ha caracterizado gran parte de la carrera política de Trump.
Resurgimiento de TikTok: Una Concesión a la Juventud
En un giro inesperado, Trump también abordó la situación de TikTok, la popular aplicación que había sido cerrada en Estados Unidos. En un esfuerzo por atraer el voto joven, que según él ayudó a los republicanos en las recientes elecciones, Trump reveló que emitirá una orden ejecutiva para salvar a TikTok de la prohibición. Esta decisión marca un cambio notable respecto a sus políticas tecnológicas anteriores y sugiere un intento de reconciliación con la audiencia más joven de Estados Unidos.
La capital de Estados Unidos se encuentra dividida y fortificada ante la inminente toma de posesión de Trump. Con protestas y celebraciones por igual, la nación se prepara para una era que, según Trump, abordará con «rapidez y fuerza históricas» las múltiples crisis que enfrenta.
Las políticas anunciadas por Trump no solo prometen transformar la política de inmigración de Estados Unidos, sino que también podrían tener repercusiones significativas en las relaciones internacionales, la seguridad nacional y la cohesión social dentro del país.
