CIUDAD DE MÉXICO, 29 DE JULIO DE 2020.- El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha encargado, desde el inicio de la administración, de atacar a sus adversarios, incluyendo a medios de comunicación y periodistas.
A pesar de que el titular del Ejecutivo ha reiterado, en diversas ocasiones, que en su gobierno existe la libertad de expresión, la realidad es otra, pues diversos comunicadores han sido agredidos por el propio presidente en sus conferencias matutinas.
El último caso fue el del periodista Carlos Loret de Mola, uno de los más atacados por el gobierno de la Cuarta Transformación, ya que el pasado viernes 24 de julio, fue exhibido por López Obrador al asegurar que el comunicador servía al antiguo régimen y ocultaba actos de corrupción, como la compra irregular de la planta de Agro Nitrogenados.
Sin embargo, la 4T no solo ataca a periodistas, sino a medios de comunicación, siendo de los más frecuentes Reforma y Proceso.
Lo que resulta curioso de la actual administración es el incesante “golpeteo” a quienes cuestionan y critican las acciones del gobierno federal y funcionarios del mismo, ocasionando, en algunas ocasiones, el despido de comunicadores de las empresas donde laboran.
Premio a los «aplaudidores»
No obstante, los periodistas que solo se dedican a defender y enaltecer al gobierno, denominados “aplaudidores”, reciben hasta premios. Tal es el caso de Isabel Arvide, nombrada cónsul de México en Estambul, Turquía.
Cabe señalar que Arvide no cuenta con experiencia diplomática, pero sí con numerosas defensas hacia López Obrador, lo que posiblemente hizo que se ganara el puesto.
Tan solo hay que recordar sus participaciones más polémicas en las conferencias del presidente. En una de ellas, hizo petición de una ley que impidiera llamar “mezquino” al presidente; mientras que en la segunda solicitó publicidad oficial a los medios digitales.