CIUDAD DE MÉXICO, 11 DE AGOSTO DE 2020.- Ha regresado a casa el único tamaulipeco integrante del gabinete del gobierno de la República que dirige el Presidente de todos los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, y lo hizo desde el sur (Tampico y Madero) con la divisa de la humildad y respeto que le caracteriza. En su visita, convocó a grupos pequeños, respetando las directrices de los lineamientos establecidos por la Secretaría de Salud y desde luego, cuidando la salud de los asistentes a los encuentros.
No hay que decir adiós a la «esperanza» parafraseando y tomando linea de uno de los libros escritos por el titular del ejecutivo,al tiempo de abrir el diálogo circular con maestros, empresarios, sociedad civil, mujeres y hombres tamaulipecos convocados exprofeso. «Dejemos el miedo a un lado, hagamos del nuevo día el crisol de la esperanza de Tamaulipas, que el desánimo no sea obstáculo para iniciar el camino de la nueva normalidad».
Pidió evitar la confrontación, «este no es el sendero que lleve a los tamaulipecos y mexicanos a un mejor nivel de vida, hoy por mandato popular de más de 30 millones, el Presidente López Obrador gobierna y nos convoca a la unidad, la concordia, el respeto y sobre todo al compromiso de servir al pueblo con honestidad y solidaridad con todos, por el bien de México».
En este sentido,Héctor Garza González, hoy Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación en el país, afirmó «primero los pobres sin demérito de ninguna clase social, hay que beneficiar a los primeros sin perjudicar a los terceros».
Su visita inició en Tampico, para continuar en Madero, luego Ciudad Victoria y este domingo visitar su pueblo natal Reynosa, incansable, sin descuidar su nueva encomienda, pero siempre dispuesto a escuchar a sus paisanos con quienes se identifica y se siente agusto, en horas que parecían minutos para los asistentes y siempre con el diálogo franco, habla que hoy, más que nunca tenemos que ser congruentes «hay que predicar con el ejemplo».
Dijo que el ejemplo arrastra «nadie podrá cristalizar un sueño si se va dejando en el camino trozos de dignidad. No podemos darnos el lujo de ver que nuestro quehacer no es suficiente para dejarle un Tamaulipas y un México mejor a futuras generaciones», que siente pena al ver a sus hijos y nietos, el no poder entregarles un país igual o mejor que como se lo dejaron sus padres.
En su discurso emotivo lleno de anécdotas, pero sobre todo, hablando de valores y de compromisos, recibió el agradecimiento por su intervención en múltiples peticiones que lograron ser resueltas, muchas de ellas, con años de desatención de las autoridades, a lo que expresó: «no es a mí, es al Presidente López Obrador, el Secretario Esteban Moctezuma, o la Secretaria Olga Sánchez Cordero» cuando le hicieron referencia a la audiencia que gestionó a los agricultores tamaulipecos con la Ministra.
En su incansable peregrinar con un solo compromiso: «escuchar y servir» este domingo Héctor Garza emprendió su regreso a CDMX, tras volver a dejar en la mente de los asistentes a sus mesas de trabajo, a un funcionario público que cumple , de palara de acero, que es el mismo hombre con o sin cargo, que atiende en todo momento y es amigo.