Entre enero y junio del 2021, los pagos totales de intereses del sector público y privado, ascendieron a 11,182 millones de dólares, evidenció información del Banco de México.
De este monto 68.5% corresponden a amortizaciones realizadas por los emisores del sector público.
La transferencia neta de recursos al exterior para cubrir el pago de intereses por la deuda contratada por empresas productivas del Estado y públicas, así como por gobiernos estatales y municipales fue de 7,662 millones de dólares, esto en el primer semestre. Las empresas productivas del Estado incluyen a Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En los últimos tres años, estos pagos de intereses han aumentado de forma consistente desde los 7,022 millones de dólares que se destinaron a estas amortizaciones en el 2018, último año de la administración de Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con el Director de Investigación Económica en el think lab veracruzano SAVER, Luis Pérez Lezama, “el costo financiero de la deuda es la bolita atrapada cuando una economía no crece, cuando se fuerza la maquinaria para obtener mayores ingresos fiscales en un contexto de bajo crecimiento y al comenzar a lidiar con presiones inflacionarias”.
El experto reconoce que este gobierno ha sido puntual en el pago de la deuda, ha mostrado su preocupación por estar al corriente y reestructurar pasivos.
Pero el crecimiento del pago de intereses en dólares, cuando apenas 18% de la deuda está otras divisas, evidencia cierto “desorden en el manejo de las finanzas públicas”.
Aparte, en un análisis de Banco Base sobre la deuda del gobierno, enfatiza que “muchos países se endeudaron para enfrentar la crisis sanitaria y económica del Covid-19. Entendieron que si se endeudaban y utilizaban correctamente los recursos, les redituaría al tener menores problemas”.
En el caso de México no se buscó esta opción para dar apoyos contracíclicos.
“El gasto en inversión física ha caído este año alrededor de 13% respecto del mismo periodo del año anterior, lo que implica que con el gasto no sólo no se ha fomentado el crecimiento económico sino que se ha frenado”, se puede leer en el análisis.
Deuda chica, intereses grandes
Aparte el estratega de riesgo en la consultoría Frontier View, Alejandro Valerio, consideró que la deuda del gobierno mexicano se compara favorablemente entre sus pares emergentes como Brasil o Chile.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, la deuda total de México representa 47.7% del PIB; una proporción que contrasta con la de Brasil es de 84% del Producto y la de Colombia, que está en 61.4% del Producto.
Destacó que menos de una tercera parte de la deuda mexicana está colocada en moneda extranjera y a tasa fija, lo que no genera presión alguna, ni está sujeta a la volatilidad del mercado.
Por lo que, “sí genera cierto ruido” la consistente presión ejercida en el pago de intereses, que se han venido incrementando sin una contraparte que muestre algún tipo de estímulo a la economía en el choque por la pandemia, ni una estrategia para atraer inversión generadora de crecimiento y empleo.
Sector privado reestructura
Al interior de las estadísticas de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, se observa que el sector privado transfirió 3,520 millones de dólares para cumplir con el pago de intereses por la deuda en moneda extranjera.
En el mismo foco a tres años, se puede ver que han moderado las transferencias al exterior por concepto de la deuda, desde los 4,890 millones de dólares que pagaban en el año 2018.
Los emisores del sector privado, son las instituciones de banca comercial y empresas privadas.
Esta transferencia al exterior del sector privado registró una moderación al compararle con el monto que pagaron en el mismo periodo del año anterior, correspondiente a 4,741 millones de dólares.
El costo de oportunidad
En el análisis desarrollado por el área de investigación económica y financiera del grupo Banco Base, detallan que “para México, pagar anticipadamente la deuda del gobierno implica utilizar recursos con un alto costo de oportunidad desde el punto de vista financiero y social, pues aún no ha terminado de recuperarse la economía mexicana.
Y enfatiza que “Un país contrae deuda para llevar a cabo proyectos de inversión con los cuales se genera valor. Esto es el valor de ese dinero en el presente es mayor que su valor en el futuro, siempre y cuando el dinero sea utilizado de manera correcta”, resaltan.