San Luis Potosí. – La dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en San Luis Potosí ha decidido claudicar ante el Partido Revolucionario Institucional (PRI), traicionando así la confianza de sus militantes y abriendo una brecha en la integridad del sistema político local.
Rubén Guajardo Barrera, diputado local y aspirante a la presidencia municipal de San Luis Potosí, expresó su profunda inconformidad ante esta decisión, que otorga el siglado de la alcaldía capitalina al PRI y respalda la reelección de Enrique Galindo Ceballos. La indignación de Guajardo Barrera refleja la decepción que muchos militantes del PAN experimentan ante la aparente rendición de los principios ideológicos en aras de intereses personales.
En sus declaraciones, el diputado local no titubeó al señalar directamente a Verónica Rodríguez Hernández y Marko Cortés, dirigentes estatal y nacional del PAN, respectivamente. Los acusó abiertamente de perseguir ambiciones personales en detrimento de la coherencia ideológica y del compromiso con la democracia. Esta traición, según Guajardo Barrera, amenaza con minar la credibilidad del partido y alejar a sus miembros de una militancia comprometida con valores fundamentales.
Resulta lamentable que en un momento en el que la sociedad demanda transparencia, honestidad y respeto por la voluntad popular, la dirigencia del PAN en San Luis Potosí haya decidido inclinarse hacia prácticas que contradicen estos principios. La decisión de respaldar al PRI y su candidato, en lugar de permitir un proceso democrático interno, envía un mensaje alarmante sobre la integridad de la dirigencia del PAN.
A pesar de la magnitud de esta traición, Rubén Guajardo Barrera afirmó que no abandonará el PAN y que esperará el resultado del proceso para elegir al precandidato. Esta decisión refleja el deseo de muchos militantes de luchar desde dentro del partido por la restauración de sus valores fundamentales y el respeto a la democracia.
La dirigencia del PAN en San Luis Potosí está ahora bajo la lupa, enfrentando la mirada crítica de sus propios miembros y de la ciudadanía. La traición a los ideales democráticos no pasará desapercibida, y los votantes exigirán respuestas claras sobre el porqué de esta desafortunada alianza con el PRI. En un momento crucial para la política local, la dirigencia del PAN ha perdido una valiosa oportunidad de demostrar su compromiso con la verdadera representación ciudadana y la transparencia en el ejercicio del poder.
