CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS — En tan solo un minuto, Susana Zabaleta puso en jaque la imagen cuidadosamente construida por el alcalde Eduardo Gattas Báez durante las festividades del Grito de Independencia. Mientras que Gattas llevaba semanas invirtiendo millones en propaganda para maquillar su gestión, la cantante y actriz desmanteló su narrativa con una sola observación, haciendo eco de lo que muchos ciudadanos ya sentían: descontento y frustración.
Zabaleta, frente a miles de asistentes y al micrófono, lanzó una crítica sobre los baches que han plagado las calles de Ciudad Victoria, un tema que Gattas había intentado minimizar en su informe reciente. Con una contundente exclamación, dejó en evidencia lo que la mayoría piensa pero no siempre expresa públicamente: el hartazgo de la población ante un gobierno que no ha cumplido con sus promesas.
Propaganda versus realidad
Gattas Báez había invertido al menos 20 millones de pesos en promover su informe a través de redes sociales y medios locales, intentando convencer a la ciudadanía de que su administración ha sido exitosa. Sin embargo, los datos y la realidad pintan otro panorama. Las calles de Ciudad Victoria, con más de 4 millones de metros cuadrados de pavimentos dañados, son una muestra clara del fracaso en la gestión municipal.
El alcalde había prometido que la presidencia de Andrés Manuel López Obrador traería consigo una liberación masiva de recursos para mejorar la infraestructura de la ciudad. Sin embargo, Victoria sigue siendo una de las capitales más rezagadas en términos de desarrollo urbano en el país. Mientras tanto, el Gobierno de Tamaulipas ha tenido que intervenir con una de las campañas de pavimentación más agresivas en la historia reciente debido a la ineficiencia del municipio.
Obras inexistentes y descontento popular
La plataforma Compranet de la Secretaría de Hacienda no registra obras significativas por parte del ayuntamiento, y durante el primer trienio de Gattas, solo se llevaron a cabo menos de 20 proyectos de pavimentación. Las promesas de apoyo a empresarios y comerciantes locales también han quedado en el olvido, mientras los contratos municipales se asignan a empresas de prestanombres vinculadas a la familia del alcalde.
A este descontento se suma el grave problema del agua en la ciudad: cortes constantes, falta de presión y ríos de drenaje que empeoran la situación de las ya deterioradas calles. En este contexto, la intervención de Zabaleta resonó con fuerza entre los habitantes de Victoria, que rápidamente viralizaron su comentario en redes sociales, recordando el error de haber votado por un alcalde que, según muchos, «le quedó chiquito» a la ciudad.
¿Qué sigue para Gattas?
Con un panorama de creciente descontento popular y una ciudad sumida en problemas de infraestructura, el futuro político de Eduardo Gattas Báez es incierto. Su gestión ha sido cuestionada no solo por su ineficiencia, sino también por los claros signos de corrupción y el manejo opaco de los recursos municipales.
El comentario de Zabaleta no solo fue un golpe a su imagen, sino un recordatorio para los ciudadanos de que aún quedan muchos pendientes que su administración no ha logrado resolver.