La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México ha sido un momento histórico para la nación. La exalcaldesa de la Ciudad de México no solo se ha convertido en la primera mujer en asumir el mando del país, sino que también es una científica de renombre, ganadora del Premio Nobel, lo que le ha otorgado una imagen de progreso y modernidad a nivel global. Su victoria fue celebrada en todo el mundo, pero ahora enfrenta una realidad interna compleja que pondrá a prueba sus capacidades de liderazgo.
Uno de los principales legados que Sheinbaum hereda de su predecesor y mentor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es el polémico proyecto del Tren Maya. Con un costo estimado de 30 mil millones de dólares, esta obra ha sido señalada como un «crimen ambiental» por diversos sectores, debido al impacto irreversible que puede tener en la península de Yucatán, una región conocida por sus delicados ecosistemas y la presencia de más de 10.000 cenotes, vitales para el equilibrio ambiental. La construcción del tren ha continuado a pesar de las protestas de grupos indígenas y activistas ambientales, y sus efectos podrían ser devastadores.
La Sombra de Porfirio Díaz en la Presidencia de Morena
Sheinbaum llega al poder bajo el estandarte de Morena, un partido que, aunque autoproclamado de izquierda, ha sido vinculado con políticas que recuerdan al dictador Porfirio Díaz. El propio AMLO ha mostrado admiración por Díaz, a pesar de su oscuro legado de represión y genocidio de pueblos indígenas, como la tribu Yaqui. Este paralelismo con el pasado se refleja en el uso de proyectos de infraestructura masiva, como el Tren Maya, y el creciente protagonismo del ejército en tareas de seguridad pública, políticas que Díaz habría apoyado fervientemente.
La expansión de la influencia del ejército en la vida civil bajo el mandato de AMLO es un rasgo que se ha consolidado en los últimos años, con el argumento de combatir el crimen organizado. Sin embargo, esta militarización ha sido criticada por diversas organizaciones de derechos humanos, que alertan sobre el aumento de violaciones y abusos en el contexto de las operaciones de seguridad.
El Crimen Organizado y la Expansión de los Cárteles
Además de los desafíos ambientales y políticos, Sheinbaum hereda un México asolado por la violencia del crimen organizado. Durante el mandato de López Obrador, más de 186.000 personas fueron asesinadas, una cifra récord que coloca a México como uno de los países más violentos del mundo. Las redes de narcotráfico que antes concentraban su actividad en Estados Unidos ahora han expandido su influencia a Europa, donde cárteles con fuertes lazos mexicanos han sido responsables de asesinatos, incluidos periodistas en países como los Países Bajos.
Este panorama sombrío pone en duda las políticas de seguridad que Sheinbaum ha heredado. Mientras tanto, la frontera con Estados Unidos sigue siendo una zona crítica, con un número alarmante de migrantes cruzando hacia el norte, exacerbando las tensiones entre México y su vecino del norte.
El Desafío Ambiental: Entre Pemex y la Energía Limpia
Aunque Claudia Sheinbaum se ha presentado como una líder comprometida con el medio ambiente, su apoyo a la expansión de Pemex, la empresa estatal de combustibles fósiles, revela una contradicción inquietante. A pesar de las advertencias sobre la sostenibilidad de este modelo y la creciente deuda de la empresa, Sheinbaum ha promovido la continuidad de esta política energética, mientras asegura que también se impulsarán fuentes alternativas de energía.
Esta disonancia entre su compromiso ambiental y las acciones concretas refleja la complejidad del mandato de Sheinbaum. El desafío no será solo manejar las expectativas de la comunidad internacional, que observa con interés sus promesas de cambio, sino también enfrentar los problemas estructurales de un país donde las políticas de desarrollo y sostenibilidad parecen ir en direcciones opuestas.
Un Futuro Incierto
Claudia Sheinbaum enfrenta un panorama cargado de expectativas y retos. Su presidencia, aunque histórica, podría verse socavada por los problemas que heredó de López Obrador, quien consolidó una era marcada por la violencia, la corrupción y proyectos de infraestructura cuestionados por su impacto social y ambiental. El éxito de su administración dependerá de su capacidad para equilibrar la modernización del país con la sostenibilidad y la seguridad, todo mientras el poder del crimen organizado continúa creciendo a nivel internacional.
Ahora, la cuestión es si Sheinbaum podrá realmente despegarse de las políticas de su predecesor y forjar un camino propio, o si, como muchos temen, su presidencia será simplemente una continuación de un tren que avanza sin frenos hacia un futuro incierto.
