Desde Ciudad Victoria, Tamaulipas, la diputada local Ana Huerta Valdovinos ha expresado su profunda preocupación y descontento frente a la reciente suspensión del programa CBP One, una decisión del gobierno de Donald Trump que ha dejado a miles de migrantes en un limbo en la frontera de Tamaulipas. En una entrevista, la legisladora de Nuevo Laredo calificó la medida como «muy lamentable» y criticó duramente las políticas migratorias restrictivas del presidente estadounidense.
«La verdad es muy lamentable, honestamente a mí no me parece la política que tiene el presidente (Trump) en cuanto a la migración,» afirmó Huerta Valdovinos, subrayando que tales políticas no solo son limitantes sino también exageradas. «Si algo hemos demostrado es que uniéndonos los dos países podemos hacer cosas maravillosas,» añadió, destacando la importancia de la cooperación bilateral en la gestión de los desafíos migratorios.
La diputada destacó que, a raíz de la suspensión de las citas, muchos municipios en Tamaulipas ahora enfrentan la difícil tarea de proveer albergue y atención necesaria a los migrantes que han quedado varados. Esta situación impone una carga significativa a las comunidades locales y los recursos estatales, que se ven obligados a intervenir en ausencia de un apoyo federal adecuado.
Además, Huerta Valdovinos expresó su preocupación por los recientes anuncios de Trump sobre la imposición de nuevos aranceles a las importaciones, una política que, según ella, podría exacerbar la inflación en ambos lados de la frontera. Estas medidas, señaló, no solo afectan la economía de los Estados Unidos sino también tienen un impacto directo en la economía mexicana, especialmente en las regiones fronterizas donde el intercambio comercial es vital.
La legisladora hizo un llamado a buscar soluciones bilaterales más efectivas y justas para el manejo de la migración, subrayando la necesidad de políticas que reflejen la interdependencia y los beneficios mutuos que ambos países han disfrutado a lo largo de los años. La posición de Huerta Valdovinos refleja un creciente descontento entre los funcionarios mexicanos respecto a las políticas unilaterales impuestas por el gobierno de Trump, subrayando la urgencia de dialogar y reformular enfoques hacia una política migratoria más humana y cooperativa.
