CIUDAD DE MÉXICO, 2 de SEPTIEMBRE DE 2020.- En agosto de 1986, Marcela Basteri, la mamá de Luis Miguel tomó un avión rumbo a Madrid desde Pisa, Italia, y un mes después desapareció sin dejar rastros. Estaba acompañada por Sergio, su hijo que en ese entonces tenía 4 años, el hermano más pequeño del cantante puertorriqueño que se crió en México. Desde entonces, el misterio y el asombro se apoderaron de los íntimos, de esos familiares que de un día para el otro se quedaron sin noticias de la señora que fue criada y vivió durante varios años en Argentina, trabajando como costurera.
Pasaron 34 años de un secreto que mantiene en vilo a propios y extraños. Sin mostrarse con la claridad que el tema lo requiere. Flavia, Ada e Ivana Basteri, las sobrinas de Marcela, quieren saber qué fue lo que pasó con su tía. A raíz de este interrogante que las persigue, el abogado Martín Francolino, que es quien lleva adelante la causa en la Argentina, se prepara para dar un nuevo paso. Desde que se abrió la investigación en Secretos verdaderos, el programa que conduce Luis Ventura por América, el abogado sigue sumando pistas con una clara intención: llegar a lo más profundo y a la verdad.
El litigante brindó detalles de lo que seguirá de aquí en adelante, incluso adelantó que se podría llamar a Luis Miguel para su declaración.
“Si supuestamente él dijo que mandó a investigar y le entregaron un informe de lo que pasó con la madre y no lo informa a los familiares, está encubriendo una situación, porque Marcela Basteri tiene que estar en algún lugar”, afirmó.
“Él no hace referencia a nada, es una persona bastante reservada de su vida y todo lo que la rodea. Por esto, lo que estoy haciendo ahora, es formulando la denuncia en función de mis clientas, explicándole a la Justicia todo el procedimiento y, en función de eso, solicitar que se lo cite para que explique dónde está la madre, si tiene conocimiento, tanto él como el hermano. Y si no quiere venir, se pedirá todo el proceso a través de Interpol para que venga a declarar”, informó.